Feliz Navidad y esperemos que Próspero Año Nuevo, Rafael.

Gracias, y ojalá que así sea. A 2015 le pido no tener lesiones, alcanzar la salvación cuanto antes y hacer muchos goles también, claro.

Son muchos objetivos. Para empezar, supongo que pensará en alcanzar su 100 por 100.

Eso es lo principal: recuperar el tono físico. Llevo menos de un mes entrenando con el grupo y en enero ya estaré al ritmo del resto.

2015 arrancará a lo grande para el Levante, en el Calderón.

Tengo muchas ilusiones depositadas en ese partido. Si tengo minutos, confío en marcar gol.

Y el Día de Reyes tocará Copa. A quienes, como usted, están jugándola, ¿de verdad les viene bien el torneo o se sienten más señalados como teóricos suplentes?

Cuanto más lejos lleguemos, mejor. Tenemos un plantel muy grande, con muchos jugadores sin ritmo, a los que esos partidos nos vienen muy bien. Si no tuviésemos la Copa, yo, por ejemplo, no podría haber ido entrando en la dinámica del equipo: he jugado 70 minutos en cada uno de los dos partidos.

El problema es que partidos como el de vuelta ante el Albacete dejan sensaciones muy negativas y no les ayudan a ganarse el puesto.

En la primera parte tuvimos intensidad pero en la segunda nos costó mucho. Aún así, insisto. Es importante seguir en la Copa para dem­­ostrar nuestro valor.

Seguro que ese no fue el caso, pero algún día se ha ido ya realmente satisfecho con su trabajo a casa.

Todavía no ha llegado ese día.

El año pasado, a partir de Navidad es cuando rompió a marcar goles.

Por estas fechas, las últimas Navidades, quería volver a Brasil. No estaba cobrando en Portugal, no estaba jugando en mi posición sino de extremo, y solo llevaba dos goles. Al final terminé marcando 16, que es algo que no había imaginado y en el club en el que estaba, el Vitória, hacía más de 30 años que alguien no hacía más de 12 goles.

En el Levante, el récord en Liga lo tiene Koné y es de 15.

No me voy a poner una cifra de goles, porque está liga es diferente, todos los equipos son muy buenos, pero siempre he soñado con estar aquí y ahora no voy a dejar escapar la oportunidad así como así.

Así que ni el día del Getafe, en el que marcó y dio un punto al equipo, terminó satisfecho.

Me exijo mucho a mí mismo, y se puede decir que todavía no he llegado. De hecho, mi representante me decía lo mismo el otro día: "el verdadero Rafael, el que conozco, todavía no está en el Levante".

¿Qué quiere decir?

Que la lesión ha alargado mi periodo de adaptación. Yo no estaba acostumbrado a la intensidad de los entrenamientos en España, nunca había trabajado a este nivel. Alcaraz me dijo cuando llegó que no conocía a otro brasileño que corriese como yo sobre el campo.

Usted insiste en que siempre ha marcado goles y que no le preocupa cómo o cuándo volverá a hacerlo.

No es algo que me presione, la verdad. Cuando salgo al campo, nunca pienso ´hoy tengo que marcar gol´, porque siempre acabo teniendo oportunidades. En el Levante no se generan muchas, solo dos o tres por partido, pero tendré que aprovecharlas igualmente.

Alcaraz cruza los dedos para que usted no se vuelva a romper y el equipo pierda alternativas en ataque.

No solo el míster, sino todos en el club, incluidos los directivos. Han sido tres meses muy difíciles, y ahora estoy en un camino muy bueno, ganando confianza y ritmo.

Oiga, por lo que decía antes. ¿Cómo es Rafael al 100 por 100?

Soy un jugador mucho más dinámico. Ahora acabo los partidos un poco triste porque intento coger el balón y hacer una acción rápida y no lo consigo.

Su estado físico a la vuelta de la Navidad será objeto de estudio y comentario por el sobrepeso con el que llegó en verano. Lo sabe, ¿no?

Que se queden todos los levantinistas tranquilos, porque voy a volver de vacaciones mejor de lo que me he ido. Tengo un plan de trabajo para estos días y voy a cumplirlo a rajatabla.

¿Qué pasó en esos tres meses que transcurrieron entre el final de la pasada temporada en Portugal y su fichaje por el Levante?

La gente piensa que estuve tres meses de caipirinhas, disfrutando de las vacaciones en Brasil, pero no es así. Tuve un problema con el Audax, el equipo con el que tenía contrato hasta diciembre. No me dejaban entrenar con ellos porque querían sacar una compensación económica por mi traspaso, y fue una pelea muy grande: estuve mes y medio dentro de un hotel, sin poder salir, ni entrenar, ni hacer nada. Ha sido la peor época de mi vida, psicológicamente sufrí muchísimo, porque ellos querían que me fuese a un equipo y yo dije que no, que yo quería elegir donde jugar, como era el caso del Levante. Al final, entre la ansiedad, que estuve dos meses totalmente parado y que tengo tendencia a coger peso€

Aterrizó en Orriols y todo eso se transformó en su lesión más grave.

Quise estar bien lo antes posible, trabajando al máximo desde el principio, y me rompí. Nunca antes había estado parado más de una semana por lesión, y menos muscular y con recaída incluida.

Es de suponer que el gol contra el Getafe al menos le permitiría liberar tensión después de lo sucedido.

Esa noche, después de marcar, solo quería estar solo, reflexionar sobre todo lo que me había pasado. Por suerte, mi gente, mi familia y mis representantes (José Lorenzo y Mariam Khadour) me han tranquilizado; ese gol me demuestra que puedo ayudar al Levante.

Aquel gol fue de cabeza. Sin embargo, con sus números y su 1,77 de altura, que la gente en Orriols tampoco espere muchos más así, ¿no? El juego aéreo no es su fuerte.

No he marcado muchos goles de cabeza en mi carrera. Me gusta más salir fuera del área y aprovechar que remato fuerte con las dos piernas.

Ver a un ´9´ lanzar los saques de esquina, como usted hizo en Albacete, llama la atención.

La gente me lo dice: ´si tú eres el delantero centro, tienes que rematar los córners, no sacarlos´.

Vaya con Rafael. Usted también se presenta como un brasileño atípico.

Es verdad. La gente piensa que a todos nos gusta salir de noche, beber, y ese no es mi caso. Yo soy muy tranquilo, prefiero quedarme en casa con mi familia; me considero un brasileño poco usual, no salgo ni siquiera sé bailar. Mi mujer bromea cuando vamos a una disco y dice que parezco más un seguridad que su marido, siempre parado y con los brazos cruzados.

Apuntaba antes que quería firmar por el Levante y se impuso ese deseo a otras ofertas que tuvo, como la del Sporting. Palabras mayores.

El Levante era una puerta ideal para jugar en España, con los mejores, y más para un ´9´. Solo había que ver lo bien que les había ido a Caicedo, Koné y Martins.

Ese es el bendito problema del Levante. Gente que como usted quieren venir aquí como puente hacia un futuro mejor.

Yo me centro en hacer un buen trabajo. Si después salgo será porque ha ido bien para todos y ganamos tanto el club como yo, como me dijo el presidente cuando nos conocimos en verano.

Del mismo modo, el bien colectivo es el bien individual. La permanencia es la meta, y aunque este año parece que harán falta menos puntos para lograrla, Alcaraz avisaba el otro día que al final todos los años hay que llegar a 40 y tantos puntos.

Es una Liga con tres o cuatro puntos de diferencia entre los 10 ó 12 últimos equipos; si ganas un partido, vas para arriba; si lo pierdes, te hundes. No sé exactamente qué número de puntos habrá que hacer, pero lo que tengo muy claro es que hay que ganar cuanto antes los partidos necesarios para asegurar la continuidad en Primera.