Acaba de renovar mandato, aunque asegura que uno y no más. "Estos cinco años se me hacen largos porque para mí han sido una vida entera", dice Quico en su despacho, donde habla de lo mejor y lo peor de su primera etapa de presidente y los objetivos de la segunda.

¿Qué objetivos tiene para este nuevo mandato?

Fundamentalmente acabar el trabajo. Hemos avanzado mucho en estos cinco años. Vivimos una estabilidad importante para afrontar los retos. Los objetivos están claros. A nivel económico, intentar cumplir con nuestras obligaciones como hasta ahora. A nivel deportivo, estar en la elite sabiendo la dificultad que conlleva. A nivel social, estamos convencidos de que el trabajo va a dar sus frutos para regenerar la masa social. A nivel institucional, mantener la estabilidad y la imagen del club. Más otros retos que llegarán y que también son ambiciosos y bonitos: ver qué pasa con la Ciudad Deportiva de Buñol, con la recalificación pendiente de nuestro estadio, que nuestra casa esté cada día más bonita...

¿De qué está más satisfecho?

De lo que estoy más satisfecho es de los objetivos cumplidos en las parcelas del club más relevantes: la estabilidad de la institución, su viabilidad y el equilibrio entre el resultado económico y el deportivo. Parece que ha sido fácil o lo vemos fácil pero han sido cinco años de mucho trabajo y decisiones importantes. Estoy orgulloso de que el Levante UD sea hoy viable por sí mismo. Es un club que afronta el futuro mirando de frente, con la tranquilidad de que ha amortizado mucha deuda y que las obligaciones a futuro están organizadas para poder afrontarlas.

¿Y de qué menos?

Tenemos que acabar de conseguir el reto a nivel social. Internamente debemos dar un paso al frente y consolidar una masa social que repercuta directamente en el club y que las apuestas de los últimos años se conviertan en realidades. Queremos consolidar al club entre los 20 de Primera y para eso la figura del aficionado, abonado y accionista es fundamental. El fútbol sin afición no tiene sentido. Es el gran reto que nos tenemos que poner. Hemos ido cumpliendo, los números son muy buenos y hay un crecimiento importante pero podemos dar algo más.

¿Es una espina clavada no llenar el estadio y que pese al aumento de abonados los ingresos sean similares al año del regreso a Primera?

Efectivamente en su momento entendimos que regenerar nuestra masa social a futuro nos permitiría tener un resultado que vamos a palpar en los próximos dos años. Vamos a seguir apostando por la gente joven, por los niños y porque el levantinismo tenga otros ciclos de vida.

¿Se veía 10 años de presidente?

No, la verdad es que no. Y sinceramente en estos momentos, aunque estoy ilusionado y con fuerzas para acabar este proyecto, cinco años más me parecen un mundo. Porque de 2009 a 2014 ha sido un mundo.

En estos momentos, en el Levante UD no hay otra alternativa a Quico Catalán.

Espero que la haya en un futuro. Lo bonito de esta historia es que dentro del levantinismo salgan otras opciones, como he dicho en la últimas fechas, desde el rigor y el deseo de construir un mejor Levante. El día que acabe como presidente me iré a tribuna con mi familia y de lo que me alegraré es de que los dirigentes hagan lo mejor por el club. Nuestra responsabilidad es dejar un club con las menos mochilas posibles para quienes cojan las riendas en el futuro.

Da vértigo pensar en aquella Junta de Tomelloso que usted vivió desde la última fila.

Por supuesto, pero no debo ser yo quien calibre esa evolución. A nivel deportivo y económico todo repercute en la imagen de marca del club, que ahora mismo es muy respetado, con un proyecto ni mejor ni peor pero muy definido. Las cosas han cambiado creo que para muy bien. Nos habremos equivocado muchas veces, pero siempre hemos tenido una idea y hay resultados evidentes. El futuro va a venir por ahí. No podemos parar, el club debe seguir subiendo otro peldañito más.

Entonces parecía que el Levante cambiaría de dueño. En la Junta sacó pecho de que lo sigan dirigiendo valencianos.

En ningún momento quise sacar pecho. Lo que quise reivindicar es que la Fundación estaba haciendo un trabajo importante, cumpliendo con sus obligaciones, y que ese rigor en la gestión nos ha permitido cumplir los objetivos, dotar de viabilidad al club y que la Fundación siga siendo la máxima accionista. Si eso no hubiera sido así habría sido imposible. No sé si la solución hubiera sido que entrara capital de fuera o la liquidación de la sociedad.

También tiene sus críticos. Dicen que no ha renovado como presidente sino que se ha autoelegido cinco años más.

Habría que preguntárselo a los patronos de la Fundación. La verdad es que es muy fácil ser patrono de la Fundación porque el Consejo que eligieron en su momento ha presentado unas credenciales creo que difíciles de mejorar. Seguro que nos equivocamos pero presentamos credenciales que para un máximo accionista pueden dar toda la tranquilidad del mundo. Decir eso es faltar el respeto a los patronos que no son consejeros y a un porcentaje de accionistas representados en el Patronato. En la Fundación están representados también los máximos accionistas del club más allá de la mayoría y está también la Delegación, el Sindicato de accionistas minoritarios, los Veteranos, la Generalitat como avalista de aquella operación€ Decir que me he vuelto a reelegir es no conocer la verdad. En el momento en que se abordó el sentido del voto, ningún consejero habló ni opinó. El sentir del voto fue ese sin la participación de ningún consejero, que eso también lo quise decir en a Junta.

Las principales críticas de un periodo claramente positivo se reducen a que gestiona el club como si fuera suyo sin haber puesto un euro y a que se ha subido el sueldo.

Yo gestiono el club con la máxima coherencia y cumpliendo unas parámetros que había en 2009 cuando entré de la mano de la administración concursal, cuya manera de trabajar cogió este Consejo, el cual cree en Quico Catalán como máximo ejecutivo del club y que marca las decisiones relevantes de la institución. No hemos variado un ápice desde que entré de director general. La forma de trabajar es la misma y no la vamos a variar. Creemos que la dirección de­portiva es la máxima autoridad en la parcela deportiva y creemos en las direcciones generales de cada área. En abril de 2009 teníamos un problemón encima de la mesa y después de casi seis años muchos de esos problemas ya no están o se han reducido gracias al trabajo de la personas que estamos aquí.

¿Y lo del sueldo?

Ahora cobro otra cantidad, pero el club ha evolucionado. Es rotundamente falso que este año me haya subido el sueldo. En su momento se varió porque ya expliqué que durante años fui autónomo en este club y que hubo un momento en que por recomendación del departamento jurídico se regularizó esa situación y la de otros empleados que estaban así porque el menor coste para el club era ese. Desde el 1 de enero de 2013 al 31 diciembre de 2014 he cobrado la misma cantidad, pero en las cuentas de la 12-13 y 13-14 solo puedes regularizar seis meses de cada ejercicio. Lo que pasa es que hay gente que quiere malinterpretar todo eso.

La Junta de la consolidación coincidió caprichosamente con la presentación de la querella de Anticorrupción por el Levante-Zaragoza de 2011. ¿Han sido los supuestos amaños el peor lunar bajo su mandato?

Los supuestos amaños, las acusaciones que se están vertiendo de fuera hacia jugadores del club, vienen en un periodo donde soy presidente y en el que hemos actuado con rigor y respeto a la justicia. No podemos actuar en base a comentarios. Hay que esperar y respetar las investigaciones del ministerio fiscal, lo que no significa estar cruzado de brazos porque aunque no estamos como club en esa querella no deja de ser un partido que juega el Levante UD.

La situación es muy excepcional, pero aunque fuese una decisión deportiva, como consecuencia del Levante-Deportivo del 0-4 se rescindieron contratos por mucho menos de lo que hay ahora, ya que a diferencia de entonces hay dos futbolistas de la actual plantilla querellados.

El ministerio fiscal ha presentado una querella y ahora falta que un juez que según parece la va a admitir a trámite resuelva el proceso. No podemos hacer un juicio paralelo. El Levante va a adoptar la medidas necesarias en cada momento. Eso no es tibieza, sino respeto a la justicia. Cuando se hicieron públicas acusaciones por otro partido nos pusimos al servicio de la justicia, de la LFP, de la RFEF y del CSD. A partir de ahí vamos a esperar. Evidentemente la querella que se presentó ya la tienen nuestros servicios jurídicos.

En cierto sentido, al no estar querellado, el club hasta sale reforzado.

Sí, pero ese refuerzo no es suficiente. Al final los daños colaterales son muy grandes porque es el Levante el que jugó ese partido y el daño a la institución es muy grande. En estos momentos la única posición del club es la de respeto absoluto y la de poner en manos de los profesionales la situación. Nos dejamos asesorar y en función de acontecimientos nos iremos posicionando.

¿No le da la sensación de que el Levante ha sido un conejillo de indias?

La gente que estamos en el fútbol, que oímos comentarios, historias, habladurías€ Sí podemos haber sido los primeros de muchos, pero bueno, hay que vivirlo, y lógicamente el Levante UD no puede defender otra posición que la del fair-play y la limpieza.

¿Está el Levante preparado para cambiar de modelo?

¿En qué sentido?

Aspirar a más deportivamente.

Es difícil, tenemos unas limitaciones estipuladas por nosotros mismos y ahora se añaden otras más, las de la LFP. A nivel económico las limitaciones son las que son. La operación de refinanciar en agosto la deuda y amortizar parte del crédito privilegiado con la Agencia Tributaria nos permite no vivir los próximos 2-3 años casi sin oxígeno. Nos permite vivir unos escenarios muy parecidos a los actuales. Eso nos va permitir crecer. Estamos creciendo a nivel deportivo y creo que hemos cumplido los objetivos en los últimos años. Este año posiblemente a nivel deportivo sea el peor de resultados en los últimos cuatro en Primera quitando el primero. Vamos a conseguir el objetivo. Hoy hay 14 clubes con una diferencia mínima. Esa capacidad de crecimiento no va a ser tan alta pero vamos a trabajar en ello. Conforme avancen los tiempos vamos a tener más oportunidades de crecer.

¿El club tiene estirada la manga al tope?

El 31 de agosto el club podía gastarse 430.000 euros. Ahora se puede gastar más. Estamos poniendo más ingresos al servicio de la dirección deportiva, como los del nuevo sponsor. Estamos al límite, pero ahí estamos.

Sigue sin meterse en cuestiones deportivas.

Y me iré sin meterme. No entiendo otra cosa. Tenemos un director deportivo que encaja perfectamente en la filosofía del club, que conoce perfectamente la casa y que la tiene metida en su cabeza. Lo dije al principio y cuando me vaya lo diré: no ficharé ni daré de baja a ningún jugador. Es la mejor forma de trabajar para nosotros.

Nunca ha cuestionado personalmente a Manolo Salvador pese a que internamente también haya podido ser blanco de críticas.

El propio Consejo también. El respaldo del Consejo al director deportivo es absoluto. No hay ningún club en España cuyo director deportivo se sienta tan respaldado y con tanta autonomía. Hay momentos determinados donde las cosas no funcionan y te entran miedos, dudas y tal pero que son cosas lógicas El Consejo cree firmemente en la dirección deportiva, en la secretaria técnica y en cómo se lleva la escuela.

¿Un mandato y no más?

¿Por qué?

Sinceramente me cuesta creer que pueda seguir. Han sido casi seis años muy duros, de mucho desgaste, y soy un privilegiado porque estoy trabajando en un club que quiero como si fuera mío. Es muy bueno que defienda a esta casa como si fuera mi hijo. Quiero yo tanto a este club que mi desgaste está siendo muy grande. Estos cinco años se me hacen largos porque para mí han sido una vida entera.

Hubo rumores internos de salidas de consejeros y usted propuso alguna novedad. Pero al final siguen los mismos.

Es de justicia que sigan los mismos. No me he planteado que ninguno saliera en ningún momento. Sí que es verdad que en un momento lo que les planteé fue la posibilidad de que entrara alguien que se añadiera a este proyecto. Se valoró en profundidad y lo intenté, lo que pasa es que somos un grupo tan sólido y que trabaja tan bien, tan a gusto, que hay que elegir muy bien el perfil de esa persona para que encaje. Como no ha surgido ese perfil ideal hemos decidido continuar los mismos. Lo importante es la lealtad entre nosotros, la fidelidad. Y eso se resume en una cosa: todos los que estamos ahí somos levantinistas. Queremos tanto a este club que es muy fácil.

Dicen que es un negociador tan duro que a veces eso se le vuelve en contra.

No soy ´duro´ (ríe). Esto es dos más dos. Cuando tienes dos para gastar no puedes gastar tres. Intentas por todos los medios conseguir lo que quieres por dos. Y cuando son dos, son dos. No 2,2 ó 2,1. Nuestra forma de trabajar es así de exigente. Y si damos los resultados que damos es porque hay mucha negociaciones a lo largo del año que nos permiten llegar a esos números.

¿Y los perjuicios? ¿Ha ´palmado´ alguna negociación por pasarse de duro?

Seguramente pero creo que casi todo lo que hemos querido de verdad lo hemos conseguido la mayoría de veces. Aunque puede haber alguna que no la hayas podido cerrar y que se haya perdido, creo que el resultado al final ha sido provechoso. Mi trabajo es estar negociando a todas horas todos los días. Al final eso tiene un desgaste. A veces me gustaría no ser tan ´duro´ como dice, me daría más salud. Hay negociaciones que se alargan un tiempo por detalles o dinero que para gente es insignificante pero que para mí no lo es hablando del Levante UD. Tendría más salud, más pelo y estaría más delgado.