Lucas Alcaraz el técnico del levante 2015. Son los resultados y la «rápida identificación del equipo» con su propuesta los que valoran los primeros meses en Orriols del granadino. Queda trabajo por hacer, pero él ya ha trazado las líneas maestras para el año que empieza. El modelo a seguir, «35 ó 40 minutos del Pizjuán». Los fichajes, el plus al que agarrarse. La exigencia diaria, una obligación colectiva.

En Navidad, además de disfrutar de la familia, es de suponer que habrá tenido tiempo para analizar lo que ha vivido desde su llegada al Levante y lo que está por venir.

Como toca al coger un proyecto en plena competición, han sido dos meses bastante intensos, de los más intensos de mi carrera, para intentar darle al equipo un modelo de juego. Por suerte, he contado con la colaboración de un cuerpo técnico del que estoy muy contento y la predisposición total del grupo. Ahora estamos en la fase de intentar seguir avanzando y de competir.

La destitución de Mendilibar y su posterior llegada respondía al temor por alcanzar estas fechas con el equipo hundido clasificatoriamente. ¿Usted se marcó alguna primera meta en ese sentido?

El entorno de los equipos suelen ser muy optimistas o muy pesimistas, porque en el fútbol no hay sensaciones moderadas. En ese sentido, cuando llegué había malas vibraciones pero yo no me planteé cuántos puntos habría que tener por estas fechas, sino avanzar día a día todo lo que se pudiera.

Preguntado de otra manera. ¿Está satisfecho de hasta dónde ha llegado hasta ahora?

Se han conseguido logros importantes pero todavía hay muchas cosas que mejorar para llevar la nave a puerto. Estoy contento porque el equipo se ha identificado con mi propuesta y se ha cuajado rápidamente.

Contento pese al mal sabor de boca que dejaron los dos partidos previos al parón.

Evidentemente, cuando se gana se da todo por bueno y cuando no es cuando se hacen análisis. Hay que tener en cuenta que el partido del Albacete es muy difícil de jugar para los futbolistas, porque salen muchos nuevos a la vez, aunque nosotros vamos a disputar esa competición siempre igual.

¿Siempre así? ¿Independientemente de la ronda en cuestión?

Se pueden negociar matices, pero la idea es que los jugadores que no están participando un viernes tienen que hacerlo un martes, más allá de competiciones. Si el del viernes repite el martes, al otro viernes no lo tenemos y el martes no habrá estado tampoco en condiciones de jugar...No sé si me explico.

De forma cristalina.

La Copa no sé si nos debilita o no, pero quienes la juegan deben hacerlo tomándola con más ilusión y con menos presión que la Liga para conseguir cosas a nivel individual y colectivo.

Pero vamos, que la prioridad absoluta es la Liga. La Copa sirve para dar minutos a los que menos juegan y sobre todo para no cargar a los que sí lo hacen regularmente, sean quienes sean en cada momento.

Ese es el matiz: sean quien sean en cada momento. Es complicado que un equipo entero repita cada tres días; solo se puede hacer puntualmente, y evidentemente la prioridad es lograr la permanencia.

Volvamos al análisis de los partidos más recientes. ¿Qué opinión, ya en frío, le merece el de la Real?

Hago varias valoraciones de ese partido. Lo bueno es que atrás no sufrimos nada, que nos marcaron en una jugada bastante aislada, y el equipo estuvo estable. Lo malo es que nos faltó generar más cosas.

A nivel defensivo, por lo que dicen los números, ha dado con la tecla.

Fácil no ha sido. Lo que intentamos es ser equilibrados en todas las facetas, y que sin balón el equipo sea solidario y generoso pero también ordenado. Y no hablamos de que la línea esté más o menos adelantada, sino que haya un equilibrio posicional y proporcional, y ser fiables. Las defensas no son adelantadas o retrasadas, sino que deben estar en función de la posición del balón.

Esa mejoría, en parte, se debe a que ha sido capaz de minimizar el número de errores evitables previos.

En el fútbol hay un número de errores alto...

Sí, pero como todo, se puede entrenar, ¿no?

Hay conductas, con o sin balón, que se adoptan para minimizar el riesgo. Hemos intentado que el equipo sea lo más fiable posible. En el fútbol no te puedes relajar, hay que seguir en estado de alerta, sumando cosas, pero nos ha ayudado que hemos recuperado gente y se está entrenando y compitiendo con una menor incidencia de lesiones. No queremos quedarnos con el cliché de defensivo que acompaña al equipo y avanzar en lo que hay margen de mejora. Si cremos que con lo que tenemos ahora nos llega para acabar la competición y salvarnos, lo echaremos todo a perder.

Aunque parece evidente, ¿por dónde puede mejorar el equipo?

No podemos renunciar a un tanto por cien de posibilidades a través de la posesión, ni a que los jugadores puedan aportar más cosas a nivel individual. Aunque hay que tener claro que el fútbol en España ha girado de nuevo hacia el dominio de los espacios, a dar más importancia a las áreas y tener más verticalidad; hubo años en los que la elaboración era el único leiv motiv para los equipos, y se está potenciando de nuevo la velocidad, el balón parado, la búsqueda de la efectividad, que son los parámetros en los que nosotros nos movemos.

¿En qué partido ha estado más cerca el equipo de su Levante ideal?

A nivel emocional, sin duda, el partido más importante es de la victoria contra el Valencia.

A nivel técnico.

Lo que más se aproxima a donde queremos llegar es la segunda mitad contra el Sevilla. No porque se empatara en un campo complicado sino porque se hicieron muchísimas cosas, al margen de ese tiempo de descuento larguísimo que se inventó un árbitro ´amigo´. Hubo 35-40 minutos que vi al Levante que me gustaría.

De aquello ya ha pasado un tiempo de lógica asimilación y afianzamiento de ideas. A partir de ahora, ¿se podrá ver más a menudo esa puesta en escena?

Después de aquello se ganó al Valencia, se hizo un gran partido contra el Espanyol para las condiciones que tenía el campo, aunque se perdiera, uno muy aceptable contra el Córdoba...No podemos pensar que el crecimiento de un equipo es en línea ascendente recta, porque juegas contra contrarios; si tú crecieras siempre, significaría que el resto no lo haría nunca. Hay veces que ´el contrario te puede´, como decía un entrenador mío.

El año pasado, Caparrós se cansó de repetir que el Atleti era su modelo de equipo a seguir a día de hoy. ¿Lo es también para Alcaraz?

No me gusta idealizar a un equipo, pero es cierto que ellos han hecho cosas distintas. Como decía, el fútbol es ahora más rico en matices que años atrás, cuando todo el mundo quería elaborar.

Desde su llegada, son cinco goles (seis contando la Copa) a balón parado. Es bueno recordarlo cuando el sábado esperan los ´reyes´ de esa faceta actualmente en la Liga.

Ellos han marcado un 60 y tantos por ciento de los goles así y encima han recibido muy pocos de estrategia. Hay que tomarlo como una amenaza y sobre todo como un reto: ganarles en su terreno.

A su pizarra no se le puede pedir mucho más, imagino.

Es complicado, pero es un nuestro trabajo. Si antes hemos pensado y entrenado, ahora hay que pensar y entrenar más para encontrar soluciones que no conozcan y sorprendan a los rivales. Con lo mismo hay que hacer más cosas.

Para reformulaciones, la que va a tener que hacer con la marcha de Diop a la Copa África.

Pape es un jugador muy importante pero nadie lo es más que todos juntos. Deberemos apostar por otro jugador que nos aporte en otros aspectos y que iguale su nivel de rendimiento.

No hay en la plantilla otras muchas opciones de mediocentro capaz de trasladar el balón al ataque.

Pues habrá que trabajar para encontrar otros caminos.Explotar cosas que hasta ahora no hayamos detectado. El nivel de exigencia no puede decaer en su ausencia, aunque esta sea evidentemente un contratiempo.

Si alguien ha agradecido su presencia en el banquillo es Ivanshitz.

Es un chico inteligente. Y él, como todos, una vez conocida la configuración del equipo, va amoldándose a qué puede aportar y qué razones puede exponer para jugar. Lo más fácil es buscar qué le falta a un jugador, juzgarlo por sus deficiencias, pero lo que hay que intentar es potenciar lo que tiene.

Iván está alcanzando la mayoría de edad futbolística con usted.

Está recién llegado a la titularidad, así que tampoco se puede dormir. Con su rendimiento día a día será él mismo el que marque hasta dónde puede llegar. Yo creo que seré de los entrenadores que más canteranos ha sacado en los equipos que he estado, pero el camino que les marco es que compiten con jugadores profesionales y que tienen que tener las mismas exigencias que estos. Nosotros podemos trabajar más con ellos, enseñarles más, pero la justicia del rendimiento es la que te pone y te quita. Me ilusiona mucho que tanto Rubén, como Camarasa, como Iván y como Morales, que tienen condiciones, nos ayuden, pero lo que no podemos generar es un debate por cuántos y cuánto juegan los canteranos. El Levante es un club que prima, como todos, la consecución de objetivos; si un día están para jugar todos a la vez, ningún problema.

¿Veremos ya al Rafael esperado?

Lo de menos es la valoración individual, de hecho no me gustan ese tipo de cosas. Lo importante no es que se vea a ese jugador, sino que él nos ayude a lograr los objetivos. Eso lo tiene que ir marcando a él; podemos ayudar a todo el mundo pero no esperar a nadie.

Último nombre propio: Sissoko. Ha tenido un papel importante y, después de las dos últimas suplencias, debería volver a tenerlo con la marcha de Diop.

Tenemos mucha fe en él. Si tiene el rendimiento de determinados partidos, es un jugador muy fiable, pero queremos su mejor versión en todos los partidos. Antes de Navidad tuvo un proceso viral y otros contratiempos que le llevaron a tener menos minutos.

Entre quienes están gozando de un menor protagonismo hay varios veteranos con mucho peso en el vestuario. ¿Cómo se gestiona una situación así?

Tienen que ser importantes cuando juegan, cuando no juegan y cuando intervienen a ratos. Ellos deben pensar que también tienen un papel clave en la consecución del objetivo; la armonía y la implicación depende de ellos y hasta ahora están cumpliendo. Eso es una virtud suya, no del entrenador.

Hablemos del mercado, aunque no le haga mucha gracia. Usted ha dicho abiertamente que si pudiera contaría con una plantilla más corta. ¿Se cumplirán sus deseos?

Es algo que pasa en casi todos los clubes, y lo digo más como una realidad que como una pega: ningún jugador firma por un año, por lo que muchas veces se van acumulando en las plantillas, como en nuestro caso. ¿El entrenador cómo está más cómodo? Con 19 ó 20 jugadores de campo, porque tiene menos gente sin convocar, el trabajo está más concentrado. Intento colaborar con el club, pero veremos qué se puede hacer en el mercado invernal en ese sentido. No es que satisfagan o no los deseos del técnico, que yo pida cosas; ese pensamiento es muy antiguo.

¿Asume que igual, por el escaso margen que el club maneja para fichajes y finiquitos, acabe la temporada como hasta ahora, con 23 ó 24 jugadores?

No habrá más remedio. Son situaciones en las que el club va a intentar generar el escenario más satisfactorio posible para que consigamos el propósito, pero a lo mejor no todo se puede solventar.

Se busca un medio centro y un delantero. Y el elegido, en este último caso, es de sobra conocido para usted: Oriol Riera.

A Oriol lo tuve en el Córdoba, sí. Es un chico que tiene buen juego aéreo, que es coordinado, que tiene buen manejo con el pie, velocidad. Es bastante completo, sin grandes déficits, por lo que se adapta a casi todas las situaciones de juego. Quizá no tenga muchos partidos en Primera pero es compatible con lo que tenemos. No me gusta hablar de jugadores que no hay en plantilla pero si yo aposté por él en su día es porque me gusta.

Y tiene gol, que es algo que el Levante necesita como el comer.

Me gusta valorar a los delanteros por sus condiciones, porque luego pueden marcar o no. Que nos reforcemos en ataque, o en la media, no significa que no estemos contentos con los jugadores en una posición concreta.

¿Cuál es su experiencia en el mercado en su carrera?

Hay un poco de todo. Ha habido jugadores que nos han ayudado muchísimo, que nos han cambiado la dinámica en positivo; y otros que no han funcionado. Que quede claro que no tengo ningún problema en seguir con los mismos jugadores hasta final de curso. El vestuario estará por encima de las incorporaciones.

Mercado, Copa, partidos ante rivales directos. ¡Vaya mes de enero espera al Levante?

Va a ser un reto continuo, aunque cómo acabemos el mes no supondrá tener el objetivo ni dejarlo escapar.

Hablando de metas: la salvación implicaría su renovación automática...

¿Renovación? Eso queda muy lejos. Ahora mismo solo me vale ganar en el Calderón. En el fútbol hablar a dos partidos ya queda lejos.