Una vez se ha puesto a tiro, el Levante está dispuesto a pelear hasta el último minuto por un jugar de la talla del italiano. Es ya la primera y casi única apuesta para reforzar la delantera, a pesar de su elevado caché y las atractivas ofertas que tiene encima de la mesa, sobre todo para regresar a Italia vía Parma. El club negociaba por Javi Guerra, pero la aparición de Gilardino y al tiempo la competencia del Málaga han abortado esa posibilidad; en Orriols ya dan por hecho que el exazulgrana fichará por el equipo de su tierra.

El internacional transalpino, de 32 años, todavía no cuenta con una propuesta de los azulgranas. Estos ya conocen las condiciones en las que podrían incorporarlo, que obligarían a hacer un esfuerzo, así como el interés que suscita en el futbolista la posibilidad de probar fortuna en la Liga BBVA después de un año en el Guangzhou chino.