El Levante hará un esfuerzo para dejar de tener números en ataque de descenso. En principio, el club iba a apostar por cesiones o contratos solamente de mitad de temporada, sin comprometer la planificación deportiva de futuro, pero el caché de Gilardino y Bergessio obligará a replantear los parámetros predeterminados. El delantero será el fichaje más cotizado en el mercado invernal y la idea es ofrecerle un contrato más allá del 30 de junio. Los condicionantes obligarán a estirar el remanente económico próximo al millón de euros con vistas a otros refuerzos. Al contrario que José Mari, las posibilidades para el ataque, evaporadas las de Oriol Riera y Javi Guerra, están contrastadas, con más experiencia, aunque inéditos en la Liga BBVA, y esta vez sí hay consenso entre la dirección deportiva y el entrenador. Ayer, Manolo Salvador participó en una mesa redonda del XXX Torneo Internacional de Maspalomas.

Que el Levante se estire con el delantero podría favorecer la llegada de José Mari, un futbolista más económico para el mediocentro, donde hay escasez de candidatos accesibles. Su fichaje se encuentra aparcado, pero no descartado y podría retomarse en cualquier momento, ya que pese a tratarse de una propuesta de Lucas Alcaraz es un nombre de consenso con un Manolo Salvador consciente de las dificultades de opciones como Tachtsidis.

«En la previa del partido no hablo del mercado, en el club hay gente con esa responsabilidad. La mejor forma de ampliar las variantes de la plantilla es que en tres días compitan todos para que tengan minutos y recuperen sensaciones. El mercado no me ha condicionado en la confección de la convocatoria para la Copa», declaró Lucas en Buñol. Rafael jugará hoy en la punta de lanza, Barral está sancionado para la Liga y Casadesús gana enteros para ser la referencia en el Martínez Valero. Pero el duelo importante se juega en los despachos.

Alberto Gilardino es la opción que más ilusiona al levantinismo y en la que el club está moviéndose para aprovechar sus oportunidades. Alcaraz ve con buenos ojos esta posibilidad, aunque en principio era partidario de atar un punta más veloz y con mayor capacidad de trabajo. También existe el interrogante del ansia con la que aterrizaría en Orriols tras su paso por la Liga china y su rendimiento inmediato, puesto que su último envite fue a principios de noviembre. Montreal, Zenit o Anzhi le ofrecen propuestas económicamente interesantes. El Parma le daría la oportunidad de regresar al Calcio y la vía del Levante le abriría las puertas de una Liga que le llama la atención.

Aunque no tiene el tirón de Gilardino, el argentino Gonzalo Bergessio encajaría mejor en los requisitos económicos. Manolo Salvador lo ha visto jugar en directo en lo que va de temporada. Tiene 30 años y tras pasar por el Saint Etienne y el Catania, fue traspasado a la Sampdoria, club con el que ha participado en 13 partidos de la Serie A, aunque solo en tres ha sido titular, en concreto este fin de semana ante el Empoli. Con la llegada del colombiano Luis Fernando Muriel, por el que los genoveses han pagado 12 millones de euros, y los contactos con el camerunés Samuel Eto´o, Bergessio se quedaría sin opciones. Parma, como sucede con Gilardino, y Atalanta también piensan en el delantero argentino. Después del triste empate ante el Depor, urge un ariete que aplaque la caída libre.