El levantinismo perdió este miércoles a uno de esos hombres anónimos que apuntalaron los restos del edificio granota cuando la mayoría se marchaba por la amenaza de ruina. Manuel Illueca Llovet falleció en València a los 74 años tras luchar contra un cáncer. Abogado en ejercicio hasta el último día, Illueca fue levantinista desde la cuna. Su familia, originaria del Grau y dedicada a la industria naviera, fue una de las 14 sagas que en 1953 salió al rescate cuando el aviso de desahucio de Vallejo. El propio Illueca saltaría a la primera línea en los años 70, ya como directivo.

Participó durante una década (1977-1986) en varias juntas o gestoras, tan recurrentes en aquella época en que las crisis se sucedían cada poco en un equipo casi siempre con un pie en la tumba. Illueca, junto a los Vicente Lluch „también fallecido esta temporada„, Onofre Marmaneu o Juan José Murria se convirtieron en los nombres habituales cada vez que la directiva de turno dimitía y se reclamaban voluntarios que impidiesen que se bajase la persiana, con el club en 2ªB o en Tercera. Su profesión, además, le hizo enfrentarse como letrado a las recurrentes amenazas de embargo que pesaban sobre el club, fruto de los impagos, y que tuvieron su clímax en abril del 84, cuando Juan José Murria salvó en el último minuto la subasta del estadio por una deudas con Hacienda. DEP Manuel Illueca.