Con su futuro más fuera que dentro de Orriols, Pape Diop se resiste a poner fin a su etapa en el Levante en la enfermería. Todavía sigue al margen del grupo, pero ayer ya pudo marcharse del Ciutat sin ninguna protección tras saltar por primera vez al césped para realizar distintos ejercicios personalizados de refuerzo en la zona afectada. Desde que cayera lesionado en el entrenamiento previo al encuentro en casa ante el Sevilla, que se disputó el 7 de abril, y con secretismo alrededor del alcance exacto de su lesión, incluso para sus propios compañeros, el senegalés abandonó el trabajo de fisioterapia en la sala médica para avanzar sobre el verde en la recuperación del esguince de grado dos que le ha apeado del momento más importante del curso.

El primero que le recibió nada más aparecer por el túnel de vestuarios fue Alcaraz, con un apretón de manos y un abrazo de complicidad. El propio granadino fue el único que en su día ofreció una información extra de la dolencia del ´23´ al destacar que era «más fuerte de lo normal». Ayer simplemente realizó unos ejercicios en estático, buscando la respuesta inicial del tobillo izquierdo maltrecho, además de unas vueltas al campo andando, siempre bajo la atenta mirada de Eloy Jaenada, fisioterapeuta del primer equipo. A la conclusión de la sesión, el centrocampista se marchó junto a Joaquín Mas, jefe de los servicios médicos del club, para someterse a unas pruebas médicas rutinarias que revelaron «que evoluciona favorablemente» de una lesión que inicialmente fue tipificada como «torcedura de tobillo».

En la mente de Diop está ayudar al equipo en los dos últimos partidos de Liga ante Deportivo y Elche. Esa también es la aspiración de Lucas, aunque nadie va a forzar la maquina en una lesión llevada con tantas reservas por todas las partes. La última participación de Pape fue el pasado 21 de marzo contra el Celta y en el duelo previo al percance fue suplente y no tuvo minutos en la goleada contra el Almería (1-4).

El senegalés, que está completando dobles sesiones para volver pronto, insiste en que no tiene nada que ver su ausencia con que acabe contrato el 30 de junio y que incluso aún está valorando la propuesta de renovación de tres años que tiene del Levante desde noviembre. Que aún no haya respondido da a entrever que su continuidad es improbable. Antes de que concluya el curso, Diop pretende comunicar oficialmente su decisión definitiva.