A expensas de confirmar definitivamente el fichaje de Zou Feddal, que continúa pendiente de asuntos burocráticos tras la quiebra del Parma, el Levante se ha autoimpuesto el fichaje de otro central como mínimo sin descartar incluso la llegada de un tercero. Las complicaciones con el portugués Sidnei, al que pese a todo no se ha renunciado, la vía muerta de Velázquez tras anunciarlo el Getafe, y las dudas que presenta la alternativa del chileno Enzo Roco han propiciado que vuelva a estar en la mesa el nombre de uno de los primeros defensas en los que se había pensado: Ángel Trujillo. Sería el tercer jugador procedente del Almería después de Verza y Rubén, aunque a diferencia de ellos no queda libre, sin duda el gran handicap.

Trujillo, de 27 años, ha sido ofrecido por distintas vías, la última de ellas hace apenas unos días. Es una de las opciones en la recámara, aunque su fichaje se presume difícil, ya que pese al descenso tiene contrato en vigor hasta 2018 y es una pieza importante en el Juegos del Mediterráneo. Llegó al Almería B con 19 años tras militar en el Guadalajara y el Azuqueca y entre el filial y el primer equipo ha jugado en todas las categorías desde Tercera División. En su día su progresión quedó taponada por otro jugador que también estuvo en la agenda de los azulgranas: el argentino Pellerano.

Curiosamente Trujillo debutó en el primer equipo almeriense a las órdenes de Lucas Alcaraz en Segunda División. Fue el 18 de marzo de 2012, en un partido en Zorrilla en el que, aunque para mal, no pasó desapercibido: cometió un penalti absurdo que le costó la victoria a los andaluces. En sus peores momentos llegó a plantearse colgar las botas y meterse a bombero, pero llegando desde abajo hace un año incluso sonó para el Milan. Ahora son varios los clubes que lo tienen en su agenda pese al toque de atención que Sergi Barjuán le pegó a última hora condenándolo al banquillo (también a Verza) cuando el descenso empezó a hacerse inevitable.

Haciendo cuentas con que vendrá Feddal, quien se va a convertir en uno de los mejor pagados, Alcaraz sólo cuenta en este momento con Juanfran y David Navarro como centrales de la primera plantilla, motivo por el que apuntalar la defensa es tan prioritario como hacerlo con el ataque, donde se está apretando por el argelino Nabil Ghilas. El club desestimó la posibilidad de renovar a Ramis y Vyntra, que han terminado contrato, y tiene claro que la retaguardia es de las demarcaciones en las que más flojeó el equipo la pasada temporada.

El Levante vuelve hoy al trabajo con las únicas caras nuevas de Rubén y Verza, amén del regreso de Roger, y ocho bajas respecto a la pasada temporada. Entre los objetivos prioritarios está reforzarse con un jugador de banda del perfil de Varela o Cavaleiro—que continúa apuntando a Inglaterra— aunque la defensa y el ataque van primero. En función de posibles salidas se estudiará la llegada de algún lateral, ya que el caso de Pedro López parece más difícil de reconducir que el de Nikos, y de un portero que compita con Rubén, ya que Jesús y Javi Jiménez están en la rampa de salida. Algo similar ocurre en casos como los de Xumetra y de El Zhar.

Pendientes del caso Iván López

Tras desbloquear con sus representantes los contactos que quedaron rotos antes del verano, la renovación del lateral podría ser en los próximos días una de las noticias positivas en el Ciutat una vez que el principal escollo en la negociación parece superado. El canterano, cuyo contrato termina en un año y sobre el que planeaba la sombra del quirófano, está citado junto al resto de sus compañeros para el arranque.