Al contrario que en veranos anteriores, los granotas afrontan la recta final del mercado con la delantera ya cerrada y la defensa todavía por hacer. Ha habido varias negociaciones pero ninguna ha cuajado, por lo que la plantilla continúa con solo dos centrales: Juanfran y David Navarro. Una situación incómoda a la hora de preparar la temporada y única a día de hoy en la Liga BBVA. El que más o el que menos, entre los 19 rivales, cuenta al menos con tres jugadores específicos para el puesto; bien porque estos ya se encontraban en nómina o porque se han incorporado recientemente.

Si el Levante destaca por defecto, Barcelona y Las Palmas lo hacen por exceso. En su regreso a la elite, más de una década después, los canarios contarán con cinco centrales. Han firmado a Bigas y Alcaraz, del mismo modo que otro recién ascendido, como es el Betis, ha hecho con Amro Tarek y Pezzella. También de dos caras nuevas, justo las que se esperan en Orriols, disponen ya Eibar o Getafe en la retaguardia. A los azulones incluso habría que sumarles la segunda cesión consecutiva de Velázquez, al igual que sucede con el Depor en el caso de Sidnei. Ambos eran los objetivos prioritarios de Manolo Salvador y Lucas Alcaraz hasta hace poco.

La ruptura de las negociaciones con el hispanomarroquí Zou Feddal, cuando este tenía apalabrado un contrato de 2+1 campañas e iba a viajar a València para someterse a la preceptiva revisión médica, trastocó por completo los esquemas de los azulgranas. Estos, en palabras de su director deportivo, querían contar «con el tercer central» en la vuelta al trabajo de hace un mes. Sin embargo, superadas las estadías de Oliva y Ermelo, el único e improvisado refuerzo con el que ha contado el técnico granadino ha sido el de Simao Mate. El futbolista mozambiqueño se ha reconvertido al eje de la zaga para cubrir las actuales carencias, con un rendimiento más que aceptable.

Los contactos fallidos por varios jugadores han llevado al Levante a valorar nuevas alternativas o retomar otras que tenían en la recámara. En este último apartado se encuentra Ángel Trujillo, cuya posible incorporación sigue sobre la mesa. El problema es el elevado coste de su cláusula, a la que su actual club, el Almería, se aferra a pesar de los intentos levantinistas por rebajarla: un millón de euros.

Manolo Salvador ha insistido en más de una ocasión en que «el margen de error es mínimo». De ahí que en Orriols prefieran andar con pies de plomo y asuman que en la defensa podrían producirse novedades hasta el último momento. La llegada de un primer refuerzo en el eje de la zaga reduciría la carestía y permitiría dedicar más esfuerzos a otras posiciones a apuntalar: portería y bandas.

Pedro y Nikos, casos distintos

Desde el final del pasado curso, los técnicos tienen en mente la posibilidad de fichar a un lateral izquierdo y uno diestro para que compitan con Toño e Iván, respectivamente. Pedro López y Nikos parten teóricamente con la vitola de suplentes, aunque su situación no es la misma. El de Torrent cuenta y ha sido él quien se ha mostrado dispuesto a salir en busca de minutos; el griego es uno de los prescindibles.