A falta de unificar sensaciones, ya que estos fueron dispares ante Celta y Las Palmas, el levantinismo puede echar mano de los números. No tanto a la clasificación actual de los de Alcaraz, decimoterceros con un punto, como a los que sitúan al club un peldaño por encima de sus rivales por la salvación, en cuanto a inversión en fichajes se refiere. Ahí sí que es ya evidente el anunciado "salto de calidad": los granotas han pasado de ser de los que menos se gastaban (poco o nada) en años anteriores a codearse con clubes con más posibilidades, historia en Liga BBVA y masa social.

El gasto en refuerzos no es una matemática exacta, pero casi. Para ejemplo, lo sucedido el año pasado. Eibar, Almería y Getafe fueron quienes menos gastaron en incorporaciones; los dos primeros acabarían en zona de descenso, con el Córdoba como colista. Los califales invirtieron se estiraron un pelín más, aunque sin sobrepasar el medio millón a pesar de haber echado mano de una veintena de refuerzos entre el mercado veraniego y posteriormente el de invierno.

Con un desembolso de más de tres millones, el Levante tiene por detrás a seis equipos en la testimonial clasificación de transferencias. Solo Las Palmas y Granada, de entre los equipos llamados en principio a luchar por la salvación se encuentran a su mismo nivel; por tirón y afición, la condición de recién ascendido es engañosa y a la vista está en cifras. Los verdiblancos, incluido el regreso del exvalencianista e hijo pródigo Joaquín, roza los nueve millones de euros.

El nuevo contrato de televisión ha sido la principal fuente de financiación para los refuerzos azulgranas, no la única. Las estrecheces de años anteriores también han sido clave a la hora de poder estirarse más a la hora de salir al mercado. Sporting y Getafe, acuciados por las deudas son los que aplican ahora la política de coste cero a rajatabla. Rayo y el sorprendente líder a estas alturas de campeonato, el Eibar, no han pagado ni medio millón. Málaga, Athletic o Celta, con entre seis y ocho millones, quedan en el escalafón inmediatamente superior. Ese en el que Robert Sarver prometía situar a la entidad de Orriols en caso de haber adquirido la mayoría accionarial.

La entrada de dinero ha permitido apostar fuerte, especialmente por Deyverson, y también firmar contratos más largos. Este último ha sido el argumento empleado por Quico y Manolo Salvador para ganar para la causa a varios que habían quedado libres y contaban con otras novias, como Verza, Rubén o Feddal. Sin embargo, este verano no se ha abandonado la vía de las cesiones, que han permitido captar a Ghilas y a Jefferson Lerma, quien podría convertirse en el primer fichaje de la próxima temporada si convence y el club decide hacer efectiva su opción de compra de 900.000 euros.

Por una cantidad similar ha firmado Trujillo, que junto al citado punta brasileño (1,8 millones) y Mariño (250.000) son los tres jugadores que han llevado al Levante a pagar traspaso. Hace un año, solo la llegada de Toño a última hora, forzada por las lesiones de Nikos y sobre todo Juanfran, obligó al club a rascarse el bolsillo: 300.000 euros. En esos términos se habían movido los escasos desembolsos hechos en el primer lustro de la ´era Quico Catalán´: Keylor Navas, Diop y el camerunés Aloys Nong.