La visita al Camp Nou se avecina y Lucas Alcaraz busca la fórmula para dar la campanada o por lo menos para ratificar la mejoría defensiva, ya que el Barcelona obligará a emplearse a fondo atrás. Salvo un circuito físico en la parte intermedia, el balón fue el protagonista del entrenamiento. Tras unos rondos, el técnico repartió a los disponibles en sus zonas de influencia para trabajar la frescura ofensiva. Llegadas y más llegadas, por dentro y desde los costados. El bombardeo a Rubén Martínez, Mariño y Jesús Fernández fue constante. Los ataques -transiciones y acciones de combinación con finalización- siempre eran en inferioridad defensiva, por lo que hubo faena extra para Trujillo, Feddal, Simao y Juanfran, que irrumpían de dos en dos. La sesión concluyó con varios partidillos, el último en dimensiones reducidas y divididos en tres grupos. Pocas conclusiones del once en el Camp Nou, ya que además Alcaraz no tuvo a los efectivos suficientes y organizó un diez contra diez. Mariño, Morales, Trujillo, Feddal, Nikos, Lerma, Verza, Camarasa, Casadesús y Roger contra Rubén Martínez, Pedro López, Simao, Juanfran, Toño, José Mari, Rubén García, Xumetra, Deyverson y Ghilas.

El rival obligará a un sobreesfuerzo y los jugadores son conscientes de que no hay que perder ni un segundo en la preparación del Camp Nou. «No vamos a engañarnos, es un partido muy complicado. ¿No se puede quitar a los 25 jugadores del Barcelona? Cualquiera te arma un lío, aunque Messi marca las diferencias», confesaba José Mari, sin duda que uno de los exponentes de ese Levante competitivo, aunque con rasgos de bipolaridad. El roteño simboliza la implicación de una plantilla que se resiste a tirar la toalla antes de tiempo pese a que apenas hay argumentos para creer en la campanada. Lucas es el primero que desafía a la lógica y ese espíritu rebelde lo ha contagiado a sus jugadores. Implicación, intensidad, compromiso y creencia en un esquema reforzado tras el punto contra el Sevilla y que el domingo se pone a prueba en una de las reválidas más complicadas. Tres partidos en siete días y los dos próximos más terrenales, y de la verdadera ´Liga del Levante´, ante el Eibar de ´Mendi´ y el Getafe.

En constante actividad, el preparador granadino acabó muy satisfecho con el rendimiento de sus discípulos. Tanto los de máxima confianza como los que tienen la etiqueta de ´descarte técnico´ recibieron los elogios del míster. Casadesús sufrió la implicación del colectivo en el partidillo y necesitó la asistencia médica, pero pudo completar el trabajo sin problemas.

«Debemos intentar que el partido vaya por los cauces que nosotros queremos. Hay que intentar dejar la portería a cero para tener nuestras opciones de marcar. Y hacer un partido incómodo y que ellos no se encuentren con su juego habitual», argumenta José Mari. Un discurso fácil de decir, pero complicadísimo de ejecutar ya que, entre otras estrellas, el Barcelona cuenta con el peor enemigo del Levante. Con los tres goles que logró en la última visita al Camp Nou, Messi le ha hecho trece goles a los granotas, algo que ningún otro jugador ha conseguido en la historia de la Liga. Cristiano y Aduriz completan el podio de ejecutores con nueve dianas. Con Iván entre algodones y Simao Mate aún sancionado, ya que cumplirá el tercero de los cuatro partidos de castigo, el engranaje defensivo no parece que sufrirá cambios, de ahí que Morales, que ayer trabajó de lateral diestro, seguiría de ´2´.