Fue en el Coliseum donde Lucas reformuló su ‘evangelio’ para creer en la permanencia. Decía en la previa que en aquella ocasión —25 de abril de 2015— era por prioridades defensivas y que ahora es un dibujo más equilibrado. Simao fue la novedad en el esquema de tres centrales y, sin Verza, apostó por un centro del campo incómodo, muy pegado a la zaga y con ganas de aplicarse más en la destrucción que en la creación. Además ese es el perfil de José Mari, Camarasa y Jefferson Lerma. Salvo un arreón de Morales, el de la primera amarilla a Noblejas, y el derribo a Camarasa dentro del área del propio lateral azulón que el colegiado pasó por alto, el Levante volvió a evidenciar un alarmante problema de fútbol. Solamente tres remates a puerta, pero la oportunidad más clara fue un despeje de Alexis, que Guaita se encontró, tras un centro de Iván López, cuando Roger estaba preparado para encañonar y firmar el 1-1.

Un nuevo condicionante volvió a trastocar el planteamiento de Alcaraz. En el minuto 27, Trujillo salvó con la cara —luego le pegó involuntariamente en la mano— un remate de Lafita. El golpe dejó fuera de combate al central madrileño. Fue atendido durante casi diez minutos por los servicios médicos para ver si podía volver, lo hizo, pero apenas aguantó un par de momentos más. El diagnóstico inicial es un golpe en la retina derecha que le dificulta la visión. Por segundo partido consecutivo —tercero contando la expulsión de Simao en el estreno de Liga—, Lucas cambió su dibujo y volvió al 4-4-2. Y eso que tenía a otro central como David Navarro, que volvía tras no vestirse en las tres jornadas anteriores, en el banquillo para no variar un dibujo que estaba neutralizando al Getafe, pero ni le hacía cosquillas en la vanguardia. Con el relevo (Trujillo por Iván), la inoperancia ofensiva se mantuvo y los azulones se sintieron más protagonistas y acabaron por sepultar al Levante y tomar aire, ya que solamente tenían los tres puntos del triunfo en la cuarta jornada ante el Málaga. Álvaro Vázquez agudizó la pérdida de identidad granota con su segundo doblete en Primera. Salvo el paradón de Guaita y una conducción marca de la casa de Iván, el atasco es preocupante y más en una plantilla reducida. Aún más con Verza lesionado, por lo menos hasta la visita al Bernabéu tras el descanso por los compromisos internacionales.

El Levante sigue sin conseguir la victoria —el otro es el Málaga, ahora reforzado anímicamente tras puntuar en Chamartín— y es el equipo de la Liga BBVA que lleva más tiempo sin ganar: desde el 28 de abril contra el Córdoba (1-0).