«Un equipo unido siempre será un equipo más fuerte», escribía Miguel Ángel Villafaina en su perfil de Twitter, con una imagen de un almuerzo de grupo en Buñol. El vestuario sigue en pie pese a que los puntos se resisten en las últimas tres jornadas ante Villarreal B, Lleida y Reus, rivales confeccionados para pelear a pecho descubierto por la promoción de ascenso. Ese no es el sitio de un filial que no está desentonando pese a su condición de recién ascendido, pero que necesita retomar la senda correcta frente a uno de los teóricos gallitos, venido a menos: un Barcelona B condicionado por las ausencias „Gumbau y Cámara ha sido convocados por Luis Enrique, mientras que Suárez, Juste, Campins y Kaptoum están lesionados„, que en sus filas cuenta con Grimaldo, una de las múltiples opciones de banda que manejaba el Levante para el primer equipo, como cedido, y que se fue al traste sobre la bocina estival.

Jair, Pepelu y Ribelles, que han estado ejercitándose con la primera plantilla, ya estuvieron con Villafaina en la sesión de ayer. Como es habitual en los encuentros en la Ciudad Deportiva de Buñol, el técnico ha convocado para mañana (17 horas) a todos los disponibles y será en los momentos previos al cara a cara cuando anuncie a sus 16 convocados, entre los que no estarán Zagalá y Álex García por lesión. Según el parte oficial, Yosu ha salido de la enfermería y podría contar con minutos tras dos partidos en el dique seco. «Nos falta un punto de suerte. En casa y contra un gran equipo como el Barcelona B, intentaremos sacar un buen resultado», piensa el capitán Traver. Los pequeños detalles están minando al ´B´. En Reus pudo cambiar la historia si Édgar Badía no hubiera repelido un mano a mano de Juan Delgado antes del 1-0 rojinegro.