Después de amagar en el Derbi y contra el Deportivo, el Levante de Rubi ha golpeado duro en El Molinón. Ha roto a jugar a fútbol y a marcar, hasta conseguir una holgada y revitalizante victoria ante un rival directo: 0-3, con doblete de Deyverson y gol de Feddal, otro de los fichajes, para rozar la zona de permanencia y acabar con siete meses de pertinaz sequía a domicilio.

Regado por el incesante agua que ha caído en Gijón ha florecido la mejor versión granota en tiempo. En mucho tiempo. Por contra, ha hecho falta muy poco para exponer la superioridad respecto al Sporting de Abelardo, al que el nuevo técnico azulgrana tiene tomada la medida. A los ocho minutos, Deyverson ha dejado el primer remate desde la izquierda, que ha salido por encima de la portería de Cuéllar. Diez más tarde ya celebraba el 0-1, en una segunda jugada de un saque de esquina. El cabezazo de Navarro, a centro de Morales, lo ha sacado como ha podido el meta local; el posterior golpeo de Lerma, desviado por el brasileño, no.

Con ventaja en el marcador, el Levante no solo no ha renunciado a la posesión sino que se ha adueñado por completo de ella. Sin atisbos de ataques sportinguistas, que anteriormente se habían limitado a una llegada a línea de fondo de Hugo Fraile por la izquierda -sin rematador final-, los de Rubi ha avanzado más si cabe la presión hasta ahogar al rival y hacerle daño con las diagonales de Rubén y las llegadas de los centrocampistas. De un robo de Camarasa en su propio campo y la posterior falta, al borde del área, ha nacido el segundo gol. Morales ha ejecutado el golpe franco con maestría, entre Cuéllar y el larguero han dejado el balón muerto en la raya, y Feddal, en la lucha con un defensa, lo ha metido literalmente en la red.

Poco después, un disparo a pierna cambiada de Halilovic junto al palo ha recordado la necesidad de un tercer tanto para amarrar el triunfo. Tampoco se ha hecho de rogar, ya que Deyverson ha remachado en el área pequeña un córner que también había tocado previamente Feddal. El brasileño, inédito hasta este partido con Rubi, ha sumado así su cuarto gol del curso y refrendado su condición de máximo artillero del equipo.

A la contra, Morales, tan incansable como molesto para la defensa gijonesa, ha podido sentenciar con un disparo desde la frontal que ha rozado el palo. No lo ha hecho, y entonces es cuando ha despertado el Sporting. Feddal y Rubén Martínez, sin embargo, han salido entonces al corte para abortar los efectos de cierta relajación granota. Zou ha impedido que Carlos Castro fusilara dentro del área al meta, y este último ha parado el penalti cometido por Toño y lanzado por Jony. Otra vez Rubén, sobre la línea, ha despejado un rechace errático del hispanomarroquí minutos más tarde.

Todavía con media hora de partido por delante, los locales han bajado los brazos y el Levante ha empezado a saborear el triunfo. Incluso en exceso, sobre todo Deyverson, cuya salida del campo con aires desafiantes y provocativos ha encrespado a público y jugadores locales. También la comodidad del resultado ha llevado a desperdiciar las últimas contras por querer gustarse en exceso en las mismas. Rubén Martínez, guardia en alto, ha impedido el gol del honor del Sporting casi sobre la bocina desviando un golpeo de Carlos Castro a bocajarro.

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