En Orriols no se negocian los tres puntos del próximo miércoles. Si acaso se van a trabajar más que cualquier otros, ante la convicción generalizada de que el partido frente al Málaga, el Partido de los Niños con entrada gratuita para ellos, puede determinar en buena medida el futuro del equipo en lo que queda de Liga BBVA. El conjunto granota es colista y Rubi necesita dar con la tecla para frenar la crisis de resultados: un empate en las últimas cuatro jornadas y ningún triunfo desde que él llegara al banquillo, hace ya dos meses.

Por lo expuesto en la sesión de ayer, en Buñol, el catalán tiene claro cómo recuperar al mejor Levante y meter mano a los andaluces. Durante hora y media, eminentemente táctica, introdujo varios matices al juego para hacerlo más peligroso para el rival. Sin renunciar al trato de balón, una de sus rasgos identificativos como entrenador, abogó por circulaciones más rápidas y verticales de este para poder sorprender al rival. Los contraataques, tan característicos de la entidad azulgrana, recuperarán por tanto protagonismo; en lo que va de curso, ni uno solo de los 14 tantos anotados (12 en Liga y dos en Copa del Rey) ha sido gracias a un salida desde atrás en pocos toques.

Rubi no ha escondido en sus últimas comparecencias públicas que el equipo había perdido llegada al área, y consecuentemente pegada. Ha sido esa involución la que le ha llevado a replantearse durante el paro navideño el modelo de ataque granota. Y más con vistas a la visita del Málaga, que, además de una final anticipada, será el duelo entre los dos conjuntos menos goleadores del campeonato; un solo tanto puede decantar la balanza.

En la trampa que prepara el de Vilassar de Mar tiene cabida Ghilas. De él valora su cambio de actitud en las últimas semanas, así como sus condicionesGhilas. A la espera de que se puedan producir más llegadas en el mercado invernal, es por potencia el delantero que más encaja en ese Levante más afilado. Falta por ver si el francoargelino responde a sus expectativas, cosa que no ha hecho hasta ahora, hasta soliviantar a los aficionados.

Aunque haya manifestado su satisfacción con el entramado defensivo, que ha situado «en la media de la Liga», los retoques también afectarán lógicamente al mismo. Contra los costasoleños habrá cambios en la zaga, teniendo también en cuenta que el técnico debe encontrar sustitutos para Feddal y Toño. Ambos están sancionados, después de haber visto sus respectivas quintas tarjetas amarillas en Bilbao.

Juanfran se antoja fijo en esa remozada zaga ante el Málaga, aparte de Navarro y Pedro, titulares en todos los duelos ligueros con Rubi. Ayer, Rubi ensayó las dos variantes posibles con el capitán: como central o lateral zurdo. En el primer caso, Nikos era quien hacía de ‘3’. En el segundo, un recuperado Trujillo formaba en el eje. Sin embargo, este último carece todavía de rodaje y todo apunta a que será el griego, o Iván a banda cambiada, quien complete la retaguardia.