Fue Deyverson, con un vuelo sin motor, el que sacó al Levante de la caja de pino en la que por deméritos propios se había metido. El Celta lo tenía muerto, con tres palas de tierra encima, pero a raíz de un gol que se antojaba como poco más que el del honor, el brasileño le devolvió las constantes vitales y por poco no lo resucita del todo. Le faltó un pelo o que Rubi, a quien nadie le negará la valentía, hubiese sido menos suicida. Espoleado por la diana de su artillero, reinsertado en la titularidad y más templado ayer que su temerario técnico, el Levante se fue para arriba y en dos minutos redujo la desventaja a su mínima expresión. Preso de los fantasmas del día del Las Palmas, el Celta estaba patidifuso, como camino del matadero. Pero de repente se le hizo la luz.

A costa de quemar todas las naves, Rubi se inmoló en defensa. Cerrando únicamente, a cara o cruz, con tres hombres, Orellana recibió sólo en el área y sentenció a placer. Y eso que en pleno ensayo de la locura Morales aún haría el tercero, preludio del desesperado disparo a las nubes con el que Roger buscó el milagro del empate sobre la bocina. Con el de Torrent, que entró por delante de un Ghilas que sólo hizo bulto, el Levante se rearmó todo lo que pudo, envalentonado tras volver a un partido en el que nadie contaba ya con él. Lo hizo con dos centros laterales, uno desde cada banda, y remates de primeras, uno con la testa en un salto en suspensión y el otro surgiendo Pedro desde atrás en desborde. De golpe y porrazo, era la paz con el gol en un equipo que al estilo de El Molinón hizo tres a domicilio, esta vez todos en la segunda mitad en vez de la primera. Pero ni era ése el guión en ataque ni menos aún en defensa, la auténtica losa. Perdida la buena costumbre de llegar al descanso con la portería a cero, el Levante se descompuso en los momentos claves, tanto en el último tramo de la primera parte como en el principio de la segunda. Primero le puso la alfombra a Guidetti. Después a Aspas.

Es Guidetti uno de esos delanteros que pululaban en verano por el mercado y que fue a destaparse precisamente contra el Levante, de los clubes a los que bien podría haberse puesto a tiro. El delantero, de 23 años, un peculiar sueco crecido en Kenia, no marcaba en Liga desde septiembre, pero repitió doblete, como en Copa, justo en su segunda titularidad. Fue su manera de aprovecharse de los inesperados lapsus de un Levante que había arrancado siendo otra cosa, con intensidad y empaque. Parecía incluso que con la inercia de la victoria contra el Rayo sería el primero en marcar. Deyverson y Morales, con permiso de Camarasa, eran los que más números tenían para hacerlo.

Corría el minuto 34 cuando todo se torció. Empeñado después de lo ocurrido en el Calderón en ser valiente, al repescado Camarasa le sobró el último recorte para sacar el balón. La pérdida derivó en un agujero por la izquierda, donde desde pocos minutos antes Toño cargaba con amarilla. Atinado, Guidetti remachó el pase atrás y sin solución de continuidad superó con una vaselina a Mariño tras una excelente asistencia que le había dado Wass.

Desaparecido del mapa, fue un milagro que el Levante no encajara el tercero, un gol que no se hizo de rogar tras el descanso. Orellana perdonó en el primer intento, pero al segundo Iago Aspas se coló por el centro y asestó lo que falsamente se interpretó como puñalada mortal.

Para entonces ya no estaba Cuero en el campo, con menos de una hora de autonomía y desapercibido más allá de la vistosa mano con la que intentó ayudarse al inicio. En cambio, sí que seguía Deyverson, un rematador en el que a expensas de los fichajes puede estar la clave de la salvación para un Levante que no va sobrado de fútbol pero sí de fe.

Ficha técnica:

4 - Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Jonny, Hugo Mallo, Cabral, Planas; Tucu Hernández (Sergi Gómez, min.84), Wass; Iago Aspas, Orellana, Bongonda (Radoja, min.69); Guidetti (Señé, min.62).

3 - Levante: Diego Mariño; Pedro López, Navarro (Ghilas min.80), Feddal, Toño García; Lerma, Camarasa, Simao (Roger, min.65); Deyverson, Morales y Cuero (Rubén García, min.55).

Goles: 1-0 Guidetti, min.34; 2-0 Guidetti, min.39; 3-0 Iago Aspas, min.56; 3-1 Deyverson, min.62; 3-2 Pedro López, min.64; 4-2 Orellana, min.82; 4-3 Morales, min.88.

Árbitro: Del Cerro Grande (colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla Bongonda a por parte del Celta, y a Toño García, Simao, Camarasa y Lerma por parte del Levante.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 17.080 espectadores, según anunció el club gallego.