Tal y como les había prometido a mediados de enero, cuando aplazó la cita al final del mercado invernal, Quico Catalán se entrevistó en el Ciutat con los entrenadores de la cantera después del manifiesto suscrito por alrededor de 50 reinvidicando su situación y criticando la gestión del director, David Salavert. La cita, que arrancó a las 15:00, duró algo más de dos horas y en ella estuvieron también presentes el presidente de la Fundación, José Manuel Fuertes, y el consejero Luis Calero como representante de la comisión ejecutiva de la que formalmente es la gestora de la cantera.

La reunión sirvió para que Quico, que reiteró que tanto club como Fundación continúan valorando la problemática, conociera en profundidad la situación de la escuela y de primera mano. El presidente, eso sí, afeó las formas con la que los entrenadores trasladaron su queja, mediante una carta anónima a su correo electrónico y el del director deportivo, Manolo Salvador, en vez de mediante cauces más directos.

Desde hace semanas, con la escuela dividida en dos bandos y Salavert en el ojo del huracán, lo cierto es que la tensión en la cantera de Buñol se puede cortar con un cuchillo más allá de las reinvidicaciones salariales expuestas en una carta a la que se ha puesto cara y ojos.

Ni refuerzo ni dudas

En la reunión del viernes, positiva en líneas generales pese a que al parecer de algunos técnicos no respondiese a sus expectativas, Quico no reforzó a Salavert, con contrato en vigor para el próximo curso, ni tampoco lo contrario, igual que tampoco se puso en duda a ninguno de los técnicos que suscribieron la carta pese al temor a represalias. De momento la idea de club y Fundación sigue pasando por un análisis concienzudo de la situación y por ahora no se van a tomar decisiones al respecto, al menos a plazo corto.