Aunque la decisión de ejecutar la opción de compra está tomada desde hace mucho tiempo, Lerma llegará hoy al cupo de 25 partidos que obliga al Levante a desembolsar los 600.000 euros de su traspaso al Atlético Huila, sin contar los 300.000 de la cesión hasta el próximo 31 de mayo. Según la cláusula firmada entre clubes, en realidad un formalismo unilateral para los granotas más que otra cosa, hará falta que juegue más de 45 minutos, algo que ha hecho en 24 de los 26 partidos que ha disputado, uno de ellos de Copa. Y es que el colombiano, uno de los jugadores con mayor regularidad de la plantilla, ha sido titular con Rubi y Lucas y sólo contra el Las Palmas y el Madrid jugó sin sumar por entrar ambas veces desde el banquillo.

Deportiva y económicamente, lo cierto es que para el Levante se perfila como un negocio tan atractivo que está por encima de las incertidumbres del proyecto deportivo del futuro. Con su contrato redactado hasta 2020 y una cláusula de rescisión de 30 millones de euros, el club se asegura así a quien con 22 años es por sorpresa una de las revelaciones de la Liga. En Orriols, además, están al tanto del interés que ha despertado en otros equipos.

Lerma, que llegó con la Liga colombiana en marcha, destaca principalmente por su despliegue físico, los pocos balones que pierde, el fútbol sencillo que practica y su potente disparo de media distancia, pese a que sólo lleva un gol. En vistas de su proyección, Manolo Salvador lo definió como «un chollo», un fichaje revalorizado que se convertirá en el cuarto traspaso por el que el Levante paga esta temporada después de Deyverson, Trujillo y un Cuero que por ahora sigue corriendo peor suerte que su paisano.

«Me impresiona su madurez, no pierde balones y juega fácil. Irá creciendo y va a hacer más cosas porque lo he visto jugar. Siguiendo esta línea, el Levante ejecutará la opción de compra porque es un chollo», explicaba Manolo, su principal valedor. «Cumple en cualquier posición del centro del campo, es un portento físico. Puede jugar hasta en la banda», destacaba el director deportivo de un medio al que aun así le costó aclimatarse y ponerse físicamente al ritmo de los demás.

En su aclimatación ha sido clave, por un lado, la confianza que los entrenadores han depositado en él y, por el otro, que haya renunciado a la selección sub-23 en varias ocasiones. La última de ellas, la convocatoria para el Preolímpico ante Estados Unidos la próxima semana. Se dejó a la familia en su país estando a unas semanas de ser padre por primera vez y no hay duda de que el pequeño Gerard, al que dedicó su único gol al Espanyol, ha venido con un pan debajo del brazo.