El Levante no ve más allá del 15 de mayo, fecha en la que está prevista la disputa la última jornada de Liga. La agónica lucha por la permanencia ha llevado a Quico Catalán a postergar el resto de decisiones deportivas, al menos hasta que el equipo esté salvado o condenado matemáticamente. Ni Manolo Salvador, el director deportivo, tiene claro al 100 por 100 cuál será futuroManolo Salvador. Acaba contrato y continúa sin oferta de renovación en firme, a pesar de que el presidente ha defendido públicamente en infinidad de ocasiones que no se ve trabajando en esa parcela con otro que no sea el de Faura.

La última ampliación de contrato de Manolo se cerró con más de un año de antelación (en abril de 2013, cuando su vinculación concluía en junio de 2014). En este caso, el presidente ha ido aplazando la decisión. «Es un hombre del Levante. Sabe como soy yo y el club, que estamos en un momento delicado; pase lo que pase, haré un balance a largo plazo. Cuando entré estaba cogido el club con pinzas y ahora llevamos seis años seguidos en Primera y hemos entrado en Europa. Hoy no es ese momento, como no lo era hace dos meses», pasaba de puntillas Quico a principios de febrero, durante el acto de presentación de Orbán.

En paralelo a la realidad azulgrana se mueven la mayoría de los equipos, que sí que han empezado a pensar en la próxima temporada. Es el caso del Betis, que ha retomado el viejo interés por Salvador (al que había sondeado por última vez hace dos años) para su dirección deportiva. Informaba ayer Estadio Deportivo que el de Faura es el preferido para relevar en el cargo al exvalencianista Edu Maciá, siempre que este deje Heliópolis en verano para enrolarse en un proyecto de mayor envergadura.

El de Faura era el primero que aseguraba hace unos meses que estaba centrado «sólo en el día a día, en el mercado de enero». «Y a partir de ahí, a ver qué hace el Levante, el Consejo y yo», destacaba en su visita al Murciélago, de Levante TV y La 97.7 Radio. En aquella entrevista, Manolo reconocía que «lo que desgasta es estar en una posición mala en la clasificación». «Queda toda una temporada y se tienen que cumplir los objetivos. Como presidente no me ofrecería la renovación siendo últimos».

A finales de noviembre, el director deportivo deslizaba también que «si salimos de ahí (del descenso), empezaríamos a hablar». Algo que no se ha producido desde entonces. «Todo lo que haga hasta el próximo 30 de junio será por el bien del Levante, pase lo que pase. Lo único que importa es mantener la categoría», subrayaba entonces.

Con la figura del director deportivo deportivo en el aire, lo están lógicamente las decisiones que dependen de este. Para empezar, la continuidad o no de Rubi en el banquillo, alabado públicamente por Quico pero que ha pasado por momentos críticos no hace mucho. Y para acabar, la confección de la plantilla de la próxima temporada, con lo que conlleva en cuanto a altas, bajas o cesiones. Irrefutable es la contratación de Lerma, por el que se ha ejercido automáticamente la opción de compra de 600.000 eurosLerma al llegar a 25 duelos oficiales.