Sin Deyverson ni Morales, con Navarro por Feddal, Lerma en su zona de confort y con Casadesús como escudero de Rossi. Una revolución en mayúsculas, con los cuatro capitanes, para agarrarse a la vida. Rubi se la jugó y le salió de nuevo cruz en un despiste con tufo a descenso; en una acción polémica. Ni uno ni otro estaba para ferias. El Benito Villamarín apretó desde el himno y tardó muy poco en desesperarse y mostrar su bipolaridad, aunque acabó sonriendo y festejando su salvación virtual.

Era una final, pero más para el Levante por el peaje de la clasificación. Salió implicado y perdonando. Víctor Casadesús quiso adornarse dentro del área y asistir a Verdú, en vez de acribillar a Adán, y el catalán remató muy desviado. El regalo granota le sirvió al Betis para despertar desde las alas. Rubi jugó sin bandas puras y Merino abrió el campo con Joaquín y Musonda, ambos enchufados en el inicio, sobre todo el segundo, obligando a Pedro López, que no era titular desde el 25 de enero, a estar más que activado. En un suspiro, el cedido por el Chelsea había generado tres ocasiones y en una de ellas ejecutó un centro raso al primer palo que Rubén Castro tocó lo justito y apareció Diego Mariño para meter el cuerpo. Antes, de las botas de Joaquín, y en una pérdida de Camarasa, Medjani reaccionó más rápido que el propio ariete canario.

La variación de ´9´ en el Levante mostró una versión ofensiva distinta. Casadesús se descolgaba a uno y otro costado, mientras que Rossi se movía con libertad de movimientos. Bruno y Pezzella, centrales verdiblancos, no tenían una marca fija. En esa búsqueda del factor sorpresa, y después de que el balear se abriera al costado izquierdo, ´Beppe´ apareció en segunda línea para amedrentar a Adán, pero perdió poco a poco ángulo hasta rematar al lateral de la red. En el intercambio de arreones, el Levante se rebeló al explosivo Musonda y dio un paso adelante, con Verdú, el responsable del balón parado sin Verza, como líder y desafiando a los pitos de la que fuera su afición. El catalán participó en una triangulación con Víctor Casadesús y Rossi, que acabó siendo derribado dentro del área sin que Prieto Iglesias viera nada punible. Poco después, Joan sacó un córner medido a la cabeza de Medjani, que Adán, con reflejos, repelió el testarazo del argelino. Aún Verdú tuvo una tercera: una falta centrada que lamió la escuadra del guardameta local. Ordenados, con variantes en la vanguardia y sin descomponerse salvo en un par de pérdidas en el arranque del duelo, el Levante mostraba la mejor versión fuera de Orriols, ante la desesperación del Villamarín, acostumbrado a los disgustos en casa, que no tuvo piedad y empezó a pitar a los suyos ante la falta de ideas.

Los granotas tenían a los béticos contra las cuerdas y se lanzaron a darle la estocada en la reanudación. Lerma sorprendió desde el costado derecho y sacó un centro, con intervención de Víctor, que Pezzella repelió ante las protestas del banquillo de Rubi y los que estaban calentando que reclamaron manos. Con el paso de los minutos, el Betis atascado y el Levante sin atinar ni desentonar atrás, el encuentro se convirtió en una ruleta rusa, en el que los nervios iban a jugar más que la calidad. Casi le pasó factura a Verdú con un regalo que generó un contragolpe con un centro de Rubén Castro que Joaquín no llegó a impactar el esférico. Como en la primera parte, el peligro local nacía del costado de Musonda, que cambió de banda y se las vio con Juanfran. La tuvo Casadesús y su derechazo impactó contra Bruno, Rossi lo intentó con un remate de pillería y Lerma desperdició un 3 para 3. De nuevo, sin pegada.

Rubi decidió que el primer relevo fuese José Mari, inédito desde el Calderón, para frenar a un Betis con más corazón que cabeza, pero poco después reclutó a Morales para la pelea y con el mazazo a Deyverson. A diez del final, Bruno interrumpió una nueva contra. Otra ocasión al limbo y el preludio del desastre, el gol de Rubén Castro. La última fue de Morales, en el descuento, sin variar el desenlace.

Ficha técnica:

1 - Betis: Adán; Molinero (Cejudo, m.69), Pezzella, Bruno, Montoya; N'Diaye, Dani Ceballos; Joaquín (Portillo, m.79), Musonda; Jorge Molina (Van Wolfswinkel, m.58) y Rubén Castro.

0 - Levante: Mariño; Pedro López, Medjani, Navarro, Juanfran; Simao (Deyverson, m.85), Verdú, Camarasa (José Mari, m.76), Lerma (Morales, m.78); Víctor Casadesús y Rossi.

Gol: 1-0, M.81: Rubén Castro.

Árbitro: Eduardo Prieto Iglesias (Comité Cántabro). Amonestó a los locales N'Diaye (m.35), Musonda (m.70), Bruno (m.80) y Cejudo (m.92) y a los locales Juanfran (m.89) y José Mari (m.94).

Incidencias: Partido de la trigésima segunda jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Benito Villamarín ante unos 37.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.