Quico Catalán no piensa seguir los pasos de Manolo, al menos a corto plazo. A la salida del Consejo, defendió que no se «enroca en el cargo» pero que en la situación actual lo mejor que puede hacer por el Levante es trabajar para encontrar la mejor salida posible, con o sin descenso. «Debo ser más fuerte que nunca por el bien del club», aseguró el presidente, quien descartó la destitución de Rubi antes de final de curso y abogo por «evitar autodestruirnos», al estilo de lo que dijese el técnico a raíz del caso Trujillo.

No ocultó que «está muy difícil -la salvación-» pero apostó porque los granotas van todavía «a luchar» por lograrla. No vamos a tirar la toalla hasta que los puntos nos tiren a Segunda División. Tenemos un partido muy importante el lunes en Málaga. Se han visto cosas complicadas otros años, y creo que aún tendremos la oportunidad de salir de ahí abajo», dijo Quico.