El Levante ha visto cómo uno de sus principales activos es ahora su gran dolor de cabeza. El ´caso Víctor Camarasa´, y su gestión, se ha ido enturbiando hasta exceder los límites de Orriols y llegar a un punto de no retorno: el internacional sub-21 parece tener los días contados en el club, ya sea por las buenas o por las malas. El exazulgrana y presidente de AFE, Luis Manuel Rubiales, tuvo que intermediar este jueves por la tarde entre las partes „habló con la del futbolista y con Tito„ después de que estallara definitivamente la guerra horas antes.

Fueron el director deportivo y Quico quienes airearon el incendio en la presentación de Remiro y Robér. Cuestionados por la ausencia del medio en la sesión matutina, cargaron las tintas sobre este. Le acusaron de haberse negado a entrenar, lo cual calificaron de acto de indisciplina. «Personalmente me duele porque todavía tengo ese gen de futbolista y después de la charla que he tenido con Víctor, al que considero un buen chico, puedo entender que se equivoque pero veamos en el futuro. Le he recomendado que se comporte como un buen profesional, pero hay cosas que no deben cruzarse. (€) No se pueden tomar decisiones unilaterales y ha tomado la menos conveniente para él como futbolista ahora mismo», aseguraba el de Benidorm al respecto.

Más duro se mostró Quico, quien habló de «actitud que no vamos a aceptar» y de puertas hacia adentro se planteó dejar al futbolista sentado en la grada todo el año. «No vamos a ser flexibles, se le ha trasladado que se equivoca, que es una actitud no profesional. No vamos a mirar hacia otro lado», destacó el presidente, consciente como Tito de las intenciones del internacional sub-21 desde una semana antes. Entonces, ´Cama´ y sus agentes se habían reunido con ambos y Del Pozo para trasladarles su deseo de dejar el Levante y seguir en Primera, con el interés del Espanyol por sus servicios de por medio.

«Al Levante le interesa que la gente del vestuario esté involucrada y sea profesional. No voy a cambiar mi posición por ninguna medida de presión», afirmó Quico, preguntado por si los contactos con el conjunto perico se podían ver enturbiados a raíz de lo sucedido ayer. Algo que tampoco debía pillar de nuevas en el club, ya que Camarasa había hablado con Muñiz el día previo „primero de entrenamiento„ para hacerle ver que no tenía problema en completar la parte física con el grupo pero prefería no arriesgar en los ejercicios con balón hasta que no se resolviera su futuro, pensando en que una lesión podía echar por traste cualquier opción de salida. A regañadientes, técnico y club acabaron asumiendo la petición y el de Meliana se ejercitó mañana y tarde en el gimnasio junto a un fisio.

Tito, que en privado había elogiado a ´Cama´ por sus condiciones y su trabajo previo a la pretemporada, ha heredado una herida que ha terminado por gangrenarse. A pesar de ser el único internacional español en vigor de la plantilla (sub-21) y de llevar tres años en la elite, Víctor ha cargado con el contrato más bajo; el club ha descartado en todo momento una mejora. Con la reducción salarial por el descenso y el nuevo convenio de AFE, su salario para la 16/17 (60 mil euros) incluso está por debajo del mínimo en LaLiga2; «el caso de Camarasa puede que no sea el típico», deslizaba Rubiales en Twitter, conocedor de que la desproporción entre cláusula (12 millones) y ficha del jugador deja en mal lugar al Levante legalmente.