«Ha costado, pero al final está con nosotros ese gran objetivo que quería la dirección deportiva». Quico Catalán no escondió el grado dificultad para que llegara a buen puerto la negociación por Chema Rodríguez, el capitán del Alcorcón e imagen de la campaña de abonos del conjunto alfarero a modo de ‘chantaje emocional’. Pero la mente del nuevo central granota estaba en Orriols y en poder reencontrarse con Muñiz, el entrenador que le dio galones de líder. «Al míster lo conozco bien del año pasado, he aprendido muchísimo con él y espero seguir haciéndolo. Creo que es un grandísimo entrenador», afirmó Chema sobre el asturiano en su presentación, minutos después de completar su primer entrenamiento en Buñol y conocer a sus nuevos compañeros, con algunas caras conocidas como Natxo Insa o el talaverano Javier Espinosa, finalista como él en la III edición del Balón de Castilla-La Mancha, además del técnico, con quien apenas necesita hablar por el bagaje de la temporada pasada. «He estado en la Ciudad Deportiva y he conocido a todo el mundo. Sé lo que quiere Muñiz e intentaré aportar lo que necesita de mí», añadió Chema, que lucirá a la espalda el ‘16’ que llevaba Trujillo.

En su discurso de bienvenida, además de ratificar las intensas negociaciones, el presidente Catalán agradeció «la voluntad y deseo firme» de Chema por aceptar el reto granota del ascenso desde que supo por primera vez que era la prioridad para reforzar una demarcación que ha cambiado por completo. Los Feddal, Medjani, David Navarro, Juanfran y Trujillo han dado paso a Postigo, Róber Pier y Chema. Con Vernon de Marco, la idea es tenerlo controlado de cara a un futuro, ya que en estos momentos no tiene sitio en la primera plantilla, mientras que todavía falta una pieza por llegar en el centro de la retaguardia. El zaguero de Caudete respiró cuando se cerró el traspaso para las cuatro próximas temporadas, ya que reconoció que no las tenían todas consigo al ser catalogado como el eje del proyecto deportivo del Alcorcón. Al final, el Levante echó mano de la billetera, como hiciera con Sergio Postigo y tendrá que hacer con Saveljich, para conformar una demarcación de garantías y clave en una categoría en la que los equipos que ascienden son los que acaban encajando menos goles. «Ha costado muchísimo, porque pasaba el tiempo y se agotaban las posibilidades, pero gracias al esfuerzo del club estoy aquí y se lo agradezco», reconoció Chema.

Su «espíritu competitivo» conquistó a Quico cuando la dirección deportiva insistió en la necesidad de firmarlo. Chema, aunque no le gusta describirse, se definió en su puesta de largo como un «central rápido, con carácter y contundente», consciente de la apuesta fuerte del club, pero ni mucho menos se relaja y ni se ve como titular pese a que ha llegado a Orriols avalado por Muñiz, que le dio el brazalete de capitán el curso pasado cuando el anterior lo arrancó como cuarto central alfarero, y el Levante se haya rascado el bolsillo. «Vengo con muchísima ilusión, con muchas ganas de conocer a todo el grupo, de trabajar duro y de hacer una gran temporada. Luego, el ser titular o no me lo tengo que ganar en cada entrenamiento. De momento nadie tiene la etiqueta de titular o suplente. Creo que los objetivos hay que marcárselos a corto plazo, jornada a jornada, porque si pensamos en largo no llevaremos un buen camino. Tenemos que plantear el trabajo semana a semana», argumentó.