En su presentación con el Almería, el exgranota Ángel Trujillo manifestó que había regresado porque "tenía muchas ganas de volver a ser feliz" y, sobre todo, necesitaba sentirse "identificado con unos colores". Trujillo reconoció en rueda de prensa que el año pasado lo pasó "bastante mal en el aspecto anímico", hasta el punto en el que estuvo recapacitando "dejar el fútbol", y que ahora ha tenido "la misma sensación" que cuando subió por primera vez al primer equipo del Almería.

El madrileño explicó que su marcha al Levante en el verano pasado se debió a que "la vida del futbolista es muy corta" y, ante la oportunidad de continuar disputando partidos de Primera División, no desaprovechó el momento "de seguir creciendo, que es lo que todo jugador quiere". "El Levante contaba conmigo y se han portado muy bien, pero lo tenía claro, quería volver a casa y sentirme importante", añadió. Por último, Trujillo comentó que ahora se le hace "raro" tener como entrenador a Fernando Soriano, con quien compartió vestuario como jugador antes de marcharse, y recalcó que "si como compañero era un referente, ahora más" y que para él será "un reto" cumplir sus órdenes".