El mercado ha terminado, pero el culebrón de Rafael Martins no sólo perdura sino que promete ir para rato. Y es que las posturas para renovar están a día de hoy bastante lejanas. Hay buena predisposición por ambas partes, pero la negociación sigue en mantillas. Consciente de que en junio, con 28 años, queda libre, el Levante le trasladó a mitad de mes, según ha confirmado este jueves Tito, una propuesta de una temporada más otra opcional con unas cifras económicas muy similares a las de su contrato actual. Una de las claves, sin embargo, es que la oferta mejora cuanto apenas su retribución para esta temporada.

Sin minutos contra el Alcorcón y desplazado en Soria a la banda en beneficio de Roger, que ha actuado en los dos primeros partidos de Liga como delantero de referencia, los últimos días del plazo estuvieron marcados por negociación en marcha con el Sporting de Braga. Las ofertas de los portugueses no colmaron económicamente las expectativas, pese a que el club tenía otra gestión avanzada con un delantero por si finalmente se consumaba su adiós. Entre las opciones que estuvieron contemplándose estaba la de que el Braga pagara por su cesión y que el futbolista renovara para volver de nuevo en junio. Ninguna propuesta, sin embargo, colmó los deseos. Todas estaban lejos de la que el pasado enero se rechazó por tres millones de euros procedente del Moreirense. En las últimas semanas, además, el club se había mantenido expectante al interés del Olympiacos griegoOlympiacos.

"Le he demostrado mi confianza. No ha habido posibilidad de que saliera. No podemos desprendernos de un jugador de su categoría que no hay en el mercado y que si lo hubiera habría que pagar mucho dinero. Es un gran profesional y lo valoramos", explicó Tito, quien le ha pasado la pelota: "La ficha la tiene que mover el agente o el propio jugador". El director deportivo, atento a las redes sociales, incluso valoró positivamente el tuit con el que Rafael dio carpetazo a su posible salida: "Me halagan y agradezco propuestas de otros clubes, pero también respeto y (agradezco) la confianza del Levante UD. Más que nunca, a trabajar duro".

El Levante había tasado a Rafael, cuya cláusula de rescisión es de 15, entre cuatro y cinco millones de euros. De esa cantidad le correspondía la mitad, ya que tras quedar libre del Audax brasileño se reservó un porcentaje. Sus 20 goles en 30 partidos la temporada pasada lo convertían en un delantero apetecible en el mercado. A principios de verano, curiosamente, la idea era desprenderse de él, tal y como admitió el propio jugador antes de que Tito verbalizara su voluntad de renovarlo: "El club habló con mi representante y le dijo que como me quedaba un año de contrato y había hecho una buena temporada en Portugal, quizás lo mejor era venderme".