Estaba claro que no iba a ser un camino de rosas. Pero lo que no venía en el guión es que el Sevilla Atlético tuviera tantas espinas. Sin florituras, el Levante tuvo que abrir y cerrar mucho la boca para ganar el partido. Le costó masticarlo y no le hincó el diente hasta la recta final, cuando Montañés cazó un rechace que Caro, el portero, le dejó con un lacito. Regalos así no se rechazan y menos aún cuando hay tantas ganas de abrirlos. Al final victoria por la mínima defendiendo duro y atacando a fogonazos. Sin excesiva claridad para definir pero con el gen competitivo intacto. Para subir hay que sufrir y nadie se fue del Ciutat sin tenerlo ya más que claro. Clarinete. Esto es la Segunda.

No es que el Levante se haya gripado, pero en las dos últimas jornadas ya no ha ido fino. Tal vez no llegó a revolución, pero Muñiz tampoco se cortó. Después de la primera derrota, y aprovechando el maratón de partidos, le metió mano al once y además bien. De las tres caras nuevas, por partes, sorprendió mucho la del portero, un poco menos la de Toño debido a las teclas de Abraham y prácticamente nada la de Lerma. Habría sido denunciable que el colombiano, el mejor de los que salieron en Córdoba, se quedara otra vez en el banquillo. La china de la suplencia le tocó a Natxo Insa, un intocable que había bajado el pistón. Y posible que Campaña se salvara por los pelos. Es más, como si lo intuyera, el exsevillista dio un paso al frente y fue de los mejores, aunque volvió a durar una hora escasa.

Pese a los cambios, el Levante no recobró la energía y arrancó plano, sin nada que ver con el despertar de los inicios. Tuvo que pasar media hora para ver la primera jugada trenzada, una escurrida de Morales que remató, cómo no, el omnipresente Roger. Hasta entonces el peligro sólo había sido a balón parado con dos faltas bien ajustadas, una del propio 'Moro' y la otra de Campaña. Poca historia quitando las veces que Espinosa cogía carrerilla. En una de ellas Toño intentó una vaselina, aunque Caro no picó.

Al borde del descanso fue cuando, sin excederse, rompieron a jugar los granotas. En el área pasó de todo. Lerma y Roger pidieron sendos penaltis por agarrón y cucharadita a cucharadita el partido se volvió menos soseras. El azúcar que le faltaba se lo puso Espinosa con un cabezazo que le sacaron sobre la línea. Pero para dulce, Roger. Habilitado por Campaña, Álex Muñoz acabó por los suelos mientras lo perseguía. Sin embargo, en el mano a mano el chut fue a romper y Caro se lo sacó con la pierna en plan balonmanesco.

En su vuelta al once, Raúl no tuvo que entrar en acción. Y eso que el Sevilla lo merodeó de la mano sobre todo de Carrillo, un buen pelotero. Se hizo evidente, sin duda, que el sistema defensivo es a prueba de bombas. Así como por delante se atasca, por atrás no hay fisuras. El del Córdoba sigue siendo el único gol encajado de jugada, aunque a la postre haya sido también el que le ha costado el sitio a Remiro, quien tras regresar de la sub-21 reconoció que el segundo gol del Zaragoza, a balón parado, se lo había "comido". Es como si Muñiz se hubiese quedado con la copla del tuit para devolverle la titularidad al portero que forzó la prórroga en Cádiz. Esta vez, eso sí, le bastó con la mirada para desviar un buen remate de Curro.

Falto de colmillo, la sola presencia de Roger fue una amenaza constante para el Sevilla Atlético, un equipo bien plantado que pese a las críticas al árbitro de su entrenador (expulsado, por cierto) debería haberse quedado con uno menos por los excesos de Yaneteki. Para entonces el partido se había puesto para entrenadores. Con la lata por abrir, Muñiz volvió a recurrir a Montañés, que a la postre sería definitivo por su oportunismo. Antes de marcharse Jason tuvo tiempo de dejar un buen centro al que Roger no llegó por los pelos. El goleador, que no sólo vive del remate, se puso a tirar del carro y asistió a Espinosa, que disparó desviado.

El final se acercaba, el Levante tocaba a rebato y con Toño activado fueron sucediéndose las ocasiones. Sin avanzar demasiado dentro del área, pero a lo martillo pilón. De la mano del lateral zurdo tuvo una Insa que salió lamiendo el poste instantes antes del gol. Pese a que las cosas se habían torcido con la lesión de Postigo, lo que obligó a Muñiz a renunciar a un cambio ofensivo, una buena rosca del lateral de Port de Sagunt contó con la colaboración especial de Caro, que se la dejó muerta a Montañés con un pifiado despeje de puños. Quedaba un rato por delante, pero el Ciutat respiró aliviado con el gol. Al Levante ya no le marcaban. Sufriendo, pero líderes.

- Ficha Técnica:

1. Levante: Raúl Fernández, Pedro López, Postigo (Saveljich, m.73), Chema, Toño; Campaña (Natxo Insa, m.67), Lerma, Espinosa, Jason (Montañés, m.60), Morales y Roger.

0. Sevilla At: Caro, Carmona, Bernardo (Juanje, m.85), Álex Muñoz, Matos; Cotán (San Emeterio, m.46), Yan Eteki (Boutobba, m.77), Curro, Borja Lasso, Ivi y Carrillo.

Gol: 1-0, m.76: Montañés.

Árbitro: Pizarro Gómez. Amonestó por el Levante a Morales y Espinosa, y por el Sevilla Atletico a Yan Eteki, Álex Muñoz, San Emeterio y Bernardo.

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de la Liga 1/2/3 disputado en el estadio Ciudad de Valencia.