Alfredo Ortuño era el otro '9' de aquel histórico Levante B de Roger, Iván López y Morales de la temporada 2012/13 que disputó la eliminatoria de promoción de ascenso a Segunda División ante el Bilbao Athletic. Fue el tercer fichaje de aquel proyecto, procedente del Getafe B, donde la campaña anterior había disputado 31 encuentros en Segunda División B, con cuatro goles. Formado en la cantera del Yeclano, en 2004 comenzó a defender la elástica del Albacete, equipo con el que, siendo juvenil de segundo año, tuvo la oportunidad de debutar en la División de Plata de la mano de Juan Ignacio Martínez, concretamente el entrenador del primer equipo granota cuando llegó en el verano de 2012. Vivió a la sombra de Roger y firmó unos números casi idénticos a los del filial azulón: 31 partidos y 5 dianas.

En Orriols tampoco explotó, sobre todo porque la sombra de Roger Martí era demasiado alargada, sobre todo por sus 22 goles oficiales. Ortuño se desanimó, incluso se planteó colgar las botas, pero encontró en La Hoya Lorca su repunte. En enero de 2013, Juan Carlos Cordero, entonces director deportivo del Granada, decidió ficharlo por 10.000 euros y al día siguiente fue cedido al Girona en Segunda, donde anotó nueve goles. Regresó al Granada, pero se marchó de nuevo a préstamo a Las Palmas con una opción de compra de un millón de euros por el 50 por ciento de su pase si los canarios ascendían a Primera División. Así sucedió, pero esto no detuvo su periplo de cesiones y nuevamente tuvo que hacer las maletas de manera provisional. Primero se fue al Zaragoza y en enero al Mallorca. Un ir y venir... y de nuevo la aparición de Cordero, que dejó el Granada y se incorporó al Cádiz como director deportivo. Como conocía a Ortuño puso todo su empeño para incorporarlo, aunque de nuevo cedido, puesto que su contrato con la entidad grancanaria finaliza el 30 de junio de 2018, con el matiz de esa propiedad compartida a partes iguales con el Granada.

Su arranque fue fulgurante, con cinco goles (Almería, Mallorca, Mirandés y un doblete al Getafe) en las primeras cuatro jornadas de Liga. Pero su contador se paralizó hasta el 1-0 de la pasada jornada ante el Huesca en el Ramón de Carranza. Muñiz ensalzó su "remate extraordinario" y también la amenaza de su compañero Rubén Cruz. "Ortuño es un rematador nato, pararlo será importante como a Rubén Cruz y a sus bandas para que no saquen centros. Pararlo significa hacer un buen trabajo en banda o presionar más arriba para que hagan la jugada desde más atrás. Cuando le llegue el balón hay que tener una buena marca porque él y Rubén Cruz saben encontrar espacios", explicó el entrenador.

Jesús Fernández y José Mari

Muñiz considera que no hay ánimo de revancha por la eliminación de Copa en septiembre, pero sí que habrá que "subir el nivel" porque le Cádiz dio con la tecla ante un Levante plagado de suplentes. "Debemos tener el ánimo de sumar los tres puntos sea el rival que sea. Intentaremos dar un nivel más porque ellos ya sacaron un resultado positivo contra nosotros, con la motivación necesaria de lograr dos victorias seguidas", destacó el asturiano. En aquel cara a cara de Copa emergió la figura del exgranota Jesús Fernández, héroe cadista en la tanda penaltis, e inédito todavía en Liga. Estuvo temporada y media en el Levante, donde llegó en el verano de 2014 tras desvincularse del Madrid. Hay un tercero con pasado en Orriols, el bejarano José Mari, que ha jugado seis partidos en Liga, cinco de titular. "El Cádiz está sacando buenos resultados, ganó en Lugo que es difícil, también en la última jornada en casa. Están muy juntos y tienen velocidad en banda", ensalzó Muñiz a los de Cervera.