"No tengo motivación extra, es un equipo muy respetable de mi tierra y hay rivalidad, pero el respeto es máximo. Para mí que los dos vayan bien en sus categorías es un orgullo como asturiano. Ese gusanillo de la rivalidad siempre viene bien, pero sin ningún tipo de altercado en el partido". Prudente en su discurso, sin desviarse de esa rectitud que transmite en cada una de sus comparecencias públicas, MuñizMuñiz aparca la rivalidad de los Sporting-Oviedo y viceversa, que él vivía como emblema de la retaguardia rojiblanca. En los banquillos, el sentimentalismo es diferente, pero la percepción última no cambia: hay que seguir sumando y si es posible de tres. Gijonés de nacimiento, Muñiz se formó y debutó en la élite a principios de los 90. Simpatizante declarado; su familia y amigos son incluso socios. El asturiano disputó ocho derbis durante su etapa como futbolista profesional. En su etapa en los banquillos no ha vivido esa sensación, aunque sí que se ha enfrentado ya al Oviedo, por primera la pasada temporada. En el Carlos Tartiere, su Alcorcón acabó perdiendo por 3-2, con Campaña y Natxo Insa como titulares, mientras que en Santo Domingo se impuso por la mínima, con gol del de siempre: David Rodríguez.

Del conjunto carbayón, Muñiz ensalzó su capacidad para rentabilizar sus goles. Es el tercer equipo que menos tantos ha encajado (11 como el Alcorcón) y uno menos que el Reus y el propio Levante. "Han estado siete partidos sin perder y eso quiere decir que el Oviedo tiene cosas muy buenas y que sale de antemano a aspirar a lo mejor. Tienen jugadores determinantes en el área rival, con un buen número de goles, experiencia en la categoría y saben de la dificultad de conseguir puntos", indicó Muñiz, antes de ratificarse que Toché, que había sido títulos en los 14 partidos anteriores, está fuera de combate por una sobrecarga en el gemelo. Esta baja sonada podría reabrirle las puertas de la titularidad a Nando García, cedido por el Valencia y desaparecido de los esquemas de Fernando Hierro desde la victoria del 30 de octubre ante el UCAM Murcia (0-1).

Atascado en el Ciutat, si es que se puede contemplar así los dos empates seguidos tras haber ganado los cinco encuentros anteriores en casa, el Levante buscará el tercer triunfo consecutivo como visitante después de haberse impuesto al Mirandés (0-3) y al Reus (0-1). Muñiz volverá a sus orígenes, con Natxo Insa y Lerma como ‘perros de presa’, dando libertad de movimientos a Campaña, más liberado, más cerca de Roger Martí. Lo cierto es que al significado y al extra motivacional que conlleva cruzarse con el líder de LaLiga 1|2|3, al Oviedo se le añade la necesidad de desterrar los efectos de la derrota saldada ante el Huesca la pasada semana (4-0). "Viene el mejor equipo de la categoría, el líder. Sus números son para motivarnos. Es un reto para saber dónde estamos", manifestó Hierro.

Con doce equipos en un pañuelo de tres puntos (el Sevilla Atlético no cuenta), se ha escapado un Levante solvente con una única derrota (ante el Córdoba, 1-0), hace ya nueve jornadas. Después de un tercio de competición, el líder está fuera de categoría: es el que más puntos tiene (31), el menos goleado (10), el equipo con más victorias (9), con menos derrotas (1), el mejor en casa (17 puntos), el mejor a domicilio (14), tiene en sus filas al máximo artillero (Roger, con 10 dianas) y el portero con mejor porcentaje (Raúl Fernández, con 6 tantos en los 9 partidos que ha disputado). Unos datos que arrollan y ante los que no queda otra que admitir la superioridad como semana tras semana lo hacen los técnicos rivales.