Después de dar varias vueltas a la alineación a lo largo de las últimas jornadas, Muñiz podría volver a los orígenes en su intento por desatascar al equipo en ataque: alinear a Javier Espinosa en la mediapunta. Así lo está trabajando en Buñol durante la semana, en la que también ha apuntado a Lerma como necesario damnificado por la redención del jugador talaverano; frente al Rayo, el 4-2-3-1 se mantendría pero Campaña retrasaría su posición y formaría en el doble pivote con Natxo Insa, aun a costa de perder potencial en la contención.

El rol del manchego ha sido objeto de debate desde su última titularidad, en Almería, y sobre todo a raíz de ser víctima del ´cambio del cambio´ que hizo el técnico contra el Getafe. Su ostracismo ha preocupado al levantinismo y también ha ocupado a Muñiz y sus ayudantes, quienes han empleado las últimas semanas en intentar sacar lo mejor de él. Entrenador y jugador han mantenido varias charlas, ya sea a pie de campo o en el despacho del primero, para pulir cuestiones físicas y tácticas. Evitar que se desconectará con vistas a su futura reentrada también era importante.

Después de ganar solo uno de los últimos cuatro partidos, y de mostrarse previsible para el rival de turno en estos, el Levante quiere y requiere de mayor desequilibrio cerca del área rival. La conexión con Roger ha empezado a fallar, tanto por bandas como por el centro, hasta dejar al máximo goleador de la categoría aislado más de una vez. El ´pistolero´ había encontrado en el talaverano al mejor socio en las primeras ocho jornadas.

La pujanza de Lerma y su propia pérdida de ascendencia sobre el juego llevó a Espinosa a perder el sitio en Almería. Ha resistido en todo momento entre los convocados, pero hasta en tres partidos se quedó sin jugar (en Reus y ante el Cádiz, de forma consecutiva); no llega a una hora de juego disputada desde la visita a los Juegos del Mediterráneo; contando ese duelo, hasta Verza lleva más minutos aunque cinco jornadas sin alinear.

Espinosa es uno de los miembros de la plantilla que más kilómetros promedia por partido. Lo que Muñiz le reclama es mayor calidad que cantidad de estos. Que no se pierda en situaciones intrascendentes lejos del área, y que además de presionar la salida del balón del otro equipo guarde fuerzas para desbordar y dar pases entre líneas. Es ahí donde marca la diferencia, como ya advertía Tito el día de su presentación. Si a eso le añadiese gol (lleva casi 20 meses sin marcar uno en competición oficial), los granotas darían definitivamente con la solución al «problema». Ese del que hablaba el técnico abiertamente hace dos semanas: encontrar la portería frente a una defensa superpoblada.

El 4-4-2 empleado hace dos semanas frente al Cádiz parece descartado, al menos de partida. Otra de las variables que el técnico podría contemplar de cara al domingo para cambiarle la cara al equipo, dar entrada a Montañés, se truncó con la recaída del castellonense del miércoles. Los minutos de calidad de Rubén saliendo desde el banquillo en los dos últimos partidos le presentan como posibles alternativa para uno de los extremos frente al Rayo, aunque Jason y Morales se presentan todavía en ventaja pese al gris rendimiento reciente ofrecido por este último.