Todavía tiene firmados dos años más de contrato y un tercero opcional con el Levante, pero salvo cambio radical de planes lo normal será que ya no los cumpla. Y es que Deyverson es a día de hoy carne de traspaso para el club granota, que cruza los dedos para hacer caja con él. Si el brasileño, autor de 5 dianas en la primera vuelta, no baja el pistón en la segunda, el retorno de la inversión en su fichaje está garantizado. En el verano de 2016, con Manolo Salvador como director deportivo y Lucas Alcaraz en el banquillo, se pagaron 1,8 millones al Os Belenenses, de los cuales ya se han recuperado 400.000 de la cesión al Alavés, cuya opción de compra es de 7 kilos.

Pese al acierto pleno en la apuesta por Roger, Tito estaba a principios de curso por la labor de hacerle un hueco a Deyverson, lo que debido a su condición de extracomunitario habría desplazado a Rafael. Sin embargo, ni el propio Dey ni su agente dejaron un resquicio a la continuidad. Por una parte pesaba mucho la reducción salarial por el descenso. Y por el otro, la herida del expediente disciplinario continuaba muy reciente. El ojo clínico de Muñiz, además, fue definitivo tras comprobar sobre el terreno su predisposición.

Tito está haciéndole marcaje

En la media temporada que lleva en el Alavés, Deyverson ha demostrado que con sus defectos y virtudes es un delantero muy aprovechable para la élite. Un punta con olfato de gol y un golpeo espectacular de primeras en el área, donde ha marcado cuatro goles y de sus 25 disparos 23 han sido entre palos. Pero también un incordio no sólo para los rivales sino en ocasiones para sus propios compañeros. Y es que pese a su propósito de enmienda, en algunos aspectos necesita mejorar. Siete amarillas lo contemplan, circunstancia que le ha costado estirones de oreja y cambios por parte de Pellegrino.

La presencia en el Alavés también en calidad de cedido del canterano Camarasa convierte al conjunto vitoriano en uno de los más seguidos por la secretaría técnica. El propio Tito lo ha estado viendo en directo, la última vez aprovechando su visita a Vila-real. También estuvo presente en Mestalla e intercambiando impresiones con Pellegrino y su segundo técnico, Sendoa, con el que llegó a compartir vestuario.

«He cambiado mucho el chip y ahora estoy más centrado en el fútbol»

«He cambiado mucho el chip y ahora estoy más centrado en el fútbol», reconocía hace unas semanas Deyverson, al que no hay dudas de que el cambio de aires le ha venido bien y que a sus 25 de años tiene todavía un gran margen de maniobra. Es algo que Tito sabe y con lo que juega a la hora de diseñar el proyecto de futuro de los granotas. Sin embargo, entre lo futbolístico y lo económico el director deportivo se decanta con Dey más por lo segundo.