Le queda todavía una puesta a punto de mes y medio (incluso dos) antes de volver a jugar, pero podría haber sido peor. Iván López apuntaba hace escasas semanas hacia el quirófano, por la escasa evolución experimentada por el édema óseo de su rodilla derecha, y ha sido un tratamiento con factores de crecimiento el que ha devuelto el optimismo a jugador, técnicos, médicos y el propio club. Hasta Quico Catalán estaba preocupado por el estado físico del lateral. Este último, a quien más de uno ve ya en Orriols como un refuerzo más del mercado invernal, podría haber causado baja prácticamente para lo que resta de curso en caso de operarse.

Quien ha dado con la tecla ha sido Ramón Cugat. El prestigioso traumatólogo catalán, encargado de intervenir a Roger de una rotura de ligamento hace dos años, apostó por una terapia alternativa visto que el ´2´ no mejoraba con el tratamiento conservador empleado en Orriols. Iván, acompañado por Miguel Ángel Buil, jefe de los servicios médicos del club, le visitó hace un mes con el objetivo de apurar las opciones de evitar el quirófano; después de encontrar una posible afectación del músculo popliteo, y de dos infiltraciones, Cugat ha logrado que la rodilla empiece a dar síntomas claros de mejoría. El edema óseo se ha reducido a menos de la mitad y, de seguir esta progresión, Iván empezará a realizar carrera sobre el césped en una semana.

Alta médica y alta competitiva

En el mejor de los casos no está prevista la reincorporación del ´2´ al grupo hasta finales de enero. Para entonces tendría el alta médica, se supone ya sin el insistente dolor de meses anteriores en la citada articulación, pero no la deportiva. Esta no llegaría antes de mediados de febrero, después de la larga inactividad acumulada. En su ausencia, Pedro López ha sido titular en los últimos nueve partidos de LaLiga 1|2|3 de forma ininterrumpida.

Tres partidos consecutivos

El capitán comenzó la temporada en el once, apoyado también por la ausencia por lesión de Iván en el estreno en Los Pajaritos. Este último gozó en Copa de sus primeros minutos en competición, y poco después de tres partidos consecutivos ante Elche, Valladolid y Almería. El canterano, uno de los damnificados de Muñiz por la mala imagen de los Juegos del Mediterráneo, se sentaría en el banquillo ante Mirandés y Mallorca antes de iniciar su calvario.

Parado desde octubre

Las primeras señales de emergencia se encendiaron por la progresiva proliferación de las molestias a lo largo del mes de octubre. Estas llevaron a Iván a pasar consulta con Ernesto Fernández, el traumatólogo que en marzo le había operado de una rotura del cuerno anterior del menisco externo de la misma articulación. Este descartó problema alguna asociado con aquella dolencia y sí que detectó un principio de édema óseo por medio de una resonancia. Después de «varias semanas trabajando duro y de sufrir varios pinchazos», como reconocía Muñiz en rueda de prensa, el ´2´ se vio definitivamente obligado a parar el 28 de octubre.

El parte médico oficial daba tres semanas de plazo para realizar una nueva exploración de la zona. Para entonces, todos los afectados sabían ya internamente que Iván López iba a estar al menos ocho semanas de baja y que si no funcionaban otras alternativas, este se vería abocado a pasar por el quirófano.