En su quinta edición, el programa MasterChef cuenta por primera vez con un deportista profesional, en concreto un exjugador que militó en las categorías inferiores del Levante. Se trata de Jorge Brazalez, madrileño de 28 años, que con 15 fichó por el Atlético de Madrid y que militó posteriormente en el División de Honor granota en la temporada 2007/2008, en una generación en la que sobresalían Roque Mesa, ahora centrocampista y alma de la UD Las Palmas, además de otros canteranos con corazón levantinista como Héctor Rodas y Mossa, ahora en el Córdoba y el Nástic respectivamente. "Va bien de cabeza, es elécrico y goleador". Así le describía Yago, su entrenador en el Juvenil A. También pasó por las categorías de Las Palmas y su debut profesional fue con el modesto Puertollano, donde permaneció una temporada.

Gimnástica Torrelavega, Puertollano, Linares, Loja o la Sociedad Deportiva Formentera -último escudo que defendió- son algunos de los otros equipos en los que ejerció de delantero. En enero de 2014 llegó como refuerzo al América de Cali convirtiéndose en uno de los primeros jugadores españoles en jugar en los escarlata. Pese a que Brazalez tenía la intención de dedicarse al negocio familiar de finanzas y seguros, la cocina se interpuso en su vida tras colgar las botas. Su reciente nueva afición le ha llevado a convertirse en uno de los elegidos para competir en MasterChef y quizá para iniciar una nueva carrera entre fogones. Sin haber cumplido la treintena, Brazalez decidió colgar las botas y desde el pasado domingo se le puede ver semanalmente en MasterChef.

Imitando el gesto del arquero que patentó Kiko Narváez cada vez que veía puerta se presentó Jorge Brazalez en una de las imágenes de MasterChef. Y es que el joven ha cambiado el fútbol de élite por los fogones, aunque hay gestos que no se pierden. De marcar goles pasará ahora a conquistar a Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo Nágera, los tres jueces del concurso culinario.

Jorge, disciplinado y pasional