Aunque bien a gusto, el Levante va a tener que abonar o dejar de ingresar una cantidad considerable de dinero a consecuencia del ascenso a LaLiga Santander matemáticamente conquistado hace 10 días. La cifra no está cerrada completamente, pues están por ver el número exacto de abonos a regalar la próxima temporada y los resultados de las últimas jornadas, pero se situará en torno a siete u ocho millones de euros. Entre los gastos a asumir obligatoriamente con el regreso a LaLiga Santander se encuentran los citados premios a los socios más fieles y las primas a la plantilla, además de las variables por objetivos fijadas a la hora de abordar varias contrataciones el pasado verano.

Con el descenso, el club optó por contener los gastos en plantilla con ventas como la de Cuero, la reducción generalizada de salarios y la imposición del ascenso como condición para pagar parte o el total de algunos de los fichajes realizados. Este último es el caso de Muñiz. El asturiano, verbalmente comprometido por un año más con el Alcorcón, acabó llegando gratis a Orriols pero con la condición de que si el Levante subía los alfareros cobrarían 150.000 como compensación. Con Campaña se pactó algo parecido: la Sampdoria le liberaba a coste cero con la condición de que los granotas abonaran 500 mil euros si ascendían a la primera, y 400 mil si lo hacían en la 17/18.

Los azulgranas tendrán que afrontar un pago extra por Chema, Saveljich, Postigo y Oier a Alcorcón, Racing, La Spezia y Granada, respectivamente. La llegada de todos ellos ya supuso en su día un desembolso de mayor o menor calado, aunque otra parte quedó hipotecada al éxito deportivo del proyecto para facilitar el equilibrio presupuestario. En lo que al guardameta de Irún se refiere, es más, su cesión únicamente adquiría condición de traspaso con el Levante de vuelta a Primera División.

El notable aumento en ingresos del que se beneficiarán los granotas la próxima temporada, vía derechos de TV, fue el que sustentó de antemano la ambiciosa campaña de abonos. Con Quico en la mesa de negociación, en Orriols tenían claro que podían permitirse regalar el pase a buena parte de sus socios (a día de hoy, el 82 por 100) si el equipo recuperaba la categoría. Por la mencionada partida, el Levante cobrará unos 45 de los 60 millones del presupuesto 17/18; perder algo más de un millón por los pases es por tanto un problema mucho menor que el que hubiera supuesto para Muñiz y los suyos encontrarse con menos apoyo en el Ciutat.

La partida más abultada, y que también se apoyaba a priori en la holgura presupuestaria que reportará el ascenso de cara al próximo curso, es el de las primas a la plantilla. Estas, que habitualmente se cobran en el siguiente año natural, supondrán un desembolso histórico por ese concepto de casi cinco millones. El club puso como único objetivo a premiar el regreso a LaLiga Santander; con 1,5 millones de fijo, 400 mil extra por el campeonato (a tiro de los de Muñiz) y dinero por cada victoria y empate logrado en los puestos de honor. Como líder, como han sido la gran mayoría, el triunfo se va a pagar a 100 mil euros; el empate, a 70 mil.

Las fichas recobran ´automáticamente´ rango de Primera

El ascenso tendrá un efecto positivo sobre las nóminas de los jugadores que sobrevivieron en plantilla al descenso y del propio Quico Catalán, víctimas a su vez, en verano, de la drástica reducción salarial que por contrato implicaba la pérdida de la categoría: cerca de un 50 por 100. Todos ellos volverán a cobrar emolumentos similares a los de la 15/16, o superiores en el caso de que se hayan pactado con el club mejoras desde entonces, como ha ocurrido en más de un caso. Uno de los futbolistas con dos o más años en el equipo al que no afectará la mejora es Casadesús, ya que acaba contrato en junio y su renovación implicaría una nueva negociación. Tampoco a Pedro y Morales, quienes sí mantuvieron sus sueldos de Primera pese al descenso. El capitán, porque así lo habían contemplado previamente las partes; el madrileño, porque presentó una oferta formal de cesión de un equipo de la máxima categoría, lo que obligaba al Levante a aceptar la misma o mantener su ficha al margen de la categoría, como así sucedió. Jason, por debajo del mínimo en LaLiga 1|2|3 triplicará automáticamente sus emolumentos, a expensas de una posible mejora.