Lo primero de Primera es el entrenador. Una vez confirmada su continuidad "al 110 por cien", como dijo Quico Catalán, lo siguiente es blindar al principal artífice del ascenso. Y él está por la labor. Tras consumarse el ascenso, por fin, Muñiz ha bajado el freno de mano. En plena euforia ha dejado abierta la puerta a ampliar su contrato más temporadas. La próxima, que ya la tiene firmada, será el entrenador en Primera, «no hay ninguna duda». Pero ahora está por ver cuánto más. «Estoy muy a gusto aquí y mi familia también. Y cuando ellos son felices, yo también», señaló, fiel a su estilo, pero arrastrado por una enorme felicidad en vena.

«Desde el primer día los jugadores sabían de la dificultad, se pusieron el traje de faena y a currar. Ha sido fundamental el ambiente. Es la primera pieza: hay un gran grupo de futbolistas y de personas», señaló todavía sobre el césped: «Estos son momentos para disfrutarlos como si fueran el último minuto», continuó explicando el técnico, que acababa de vivir un final de partido un tanto apurado. «Siempre ves que se puede complicar. Nos bombeaban balones y faltas laterales, pero defendimos bien y tuvimos oportunidades para sentenciarlo. Fue un buen trabajo en defensa y ataque».

Ahora, de cara al final, Muñiz avisó de que «habrá oportunidades para todo el mundo, pero porque se las merecen. Durante todo el año estuvieron trabajando y no se trata de regalar minutos a nadie». En un plano más personal, reconoció que «tenía muchas ganas de abrazar a mi mujer y mis hijas». También al presidente: «Le daré un abrazo de verdad, ha sido alguien cercano desde el primer momento». Respecto al proyecto recordó que «es fundamental haber elegido a gente del fútbol y que son buenas personas. Se hizo un esfuerzo para traer a jugadores que conocían la categoría y eran buenas personas. Hay una base de jugadores espectacular y ahora en Primera vamos a buscar también a buenos jugadores, buenas personas y un buen vestuario».

El técnico insistió en destacar como una de las principales claves «la unión, el trabajo y el esfuerzo». «Lo primero que se te queda grabado es el trabajo de los jugadores. El trabajo que han hecho durante el año no se me va a olvidar nunca. El equipo ha competido a muerte siempre. Tengo una palabra, 'a destajo', y ellos me la cantaban. Pero es que si no es así es imposible estar en abril ascendido. En este equipo había buenos mimbres». València se prepara ya para el paseo triunfal.