Malas noticias este martes en Buñol, donde Iván López ha vuelto a lesionarse y además de gravedad. A raíz de una desgraciada acción fortuita, los gritos de dolor del futbolista tras romperse ya hacían presagiar lo peor. Así que sólo faltaba la confirmación oficial. Y las pruebas médicas de urgencia a las que se ha sometido no han dejado lugar a la duda: rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda. Un palo.

El futbolista, arropado ya por los suyos, está muy tocado moralmente, pero con las fuerzas necesarias para superar el trance. A la espera de cuadrar las fechas, la decisión de quién lo operará está tomada: el especialista Ramón Cugat, que a principios de este mismo año ya lo trató con éxito de un edema óseo en la rodilla derecha que casi le obliga a pasar por el quirófano debido al escaso éxito del tratamiento conservador.

Dentro de lo malo, al menos la lesión no ha sido en la rodilla derecha, que es en la que tiene un peor historial médico y de la que ya fue intervenido en 2016 por un problema de menisco. Iván es el segundo granota, después de Roger, con una rotura de cruzado en lo que va de temporada. Y el suyo, el último de los múltiples percances médicos de las últimas semanas, en las que el Levante no ha ganado para sustos.

Después de este percance, los compañeros se han quedado muy tocados y el resto del entrenamiento, en el que se ha hecho mucho hincapié en la táctica, ha sido un velatorio. El propio Muñiz ha intentado arengar a los futbolistas para subirles la moral con frases como esta: "Vamos chavales, que nosotros no podemos hacer nada. Esto sólo lo pueden arreglar los doctores, nosotros a entrenar".

Iván López, cuyo calvario personal con las lesiones no parece tener fin, se había reincorporado la semana pasada al grupo tras reestablecerse del penúltimo contrapie que había sufrido, hace un mes en el Santiago Bernabéu. Allí tuvo que retirarse en la primera parte por culpa de una rotura muscular. Este martes, sin embargo, ni siquiera pudo abandonar el entrenamiento por su propio pie, tal y como se aprecia en la imágenes exclusivas de SUPER en la Ciudad Deportiva. Con esta grave lesión, Iván prácticamente se despide de la temporada, ya que tendrá que pasar por quirófano y estar de baja entre seis y ocho meses.

Ahora el club, pese a que tiene una ficha libre para poder incorporar a un jugador en paro, se queda entre la espada y la pared de cara al mercado. Pese a que en su momento se barajó la posibilidad de reforzar la zona del lateral derecho, el buen rendimiento de Iván en la pretemporada, unido al contratiempo que ya supuso la lesión de Roger y que reducía el margen para fichajes, hizo que el club no hiciera fichajes en esa posición. Muñiz tenía ahí a Iván, titular en las tres primeras jornadas y reconocido este verano como uno de los capitanes, más Pedro López y el comodín del estadounidense del filial Shaq Moore. Tito y Carmelo, a los que el trabajo se les acumula, tienen que mover ficha.