Con los temporadones que ha encadenado en el Alcorcón y el Levante, Muñiz se ha vuelto a hacer un sitio (y en una posición privilegiada) en el mapa técnico nacional. Hay que reconocer a los dirigentes de la UD Las Palmas, sin embargo, que cuando no tenía banquillo fueran (de) los primeros en acordarse de él. En el verano de 2014, el próximo rival de los granotas llamó a la puerta del asturiano para firmarle. Hubo una reunión entre ambas partes, y solo a última hora la candidatura de Paco Herrera terminaría imponiéndose.

Como en la entidad azulgrana, Muñiz estuvo muy bien considerado desde el principio en el proceso de selección insular. En la isla buscaban a un técnico con experiencia en LaLiga 1|2|3 y capacidad probada para lograr el objetivo. El mismo con el que Muñiz llegaría hace año y medio al Ciutat de València, previo paso por el conjunto alfarero: lograr el ascenso.

En contra del asturiano terminaron jugando sus cuatro años de inactividad como primer entrenador. De 2010 a 2014 había permanecido a la sombra de Juande Ramos en el Dnipro ucraniano.

La segunda llamada

En los peores momentos de aquella temporada, el director deportivo insular volvió a pensar en el asturiano. A principios de 2015, Nico Rodríguez contactó de nuevo con Juan Ramón para conocer su disponibilidad aunque nunca llegó a echar mano de sus servicios. Herrera fue capaz de remontar y llevar de vuelta a la UD Las Palmas a LaLiga Santander 13 años después.

Entre cantos de sirena, a Muñiz se le escapó aquella temporada finalmente en blanco. En Orriols, mientras, Quico tuvo por primera vez que destituir a un entrenador: Mendilibar. El verano siguiente, con varias propuestas sobre la mesa, el gijonés encontraría acomodo y el trampolín perfecto para reactivar su carrera en los banquillos en Santo Domingo, desde donde llegaría a Orriols. La UD y los granotas apostaron por el continuismo con Herrera y Alcaraz, aunque estos serían de los primeros entrenadores en salir por la puerta de atrás en la máxima categoría.

Anecdótica y triunfal visita

A posteriori, el asturiano desveló una de las situaciones más curiosas con las que se ha encontrado en los banquillos, con la UD Las Palmas como rival. En un partido jugado en el Estadio de Gran Canaria, hace una década, el exgranota Peragón (que entonces era su pupilo en el Málaga) había sufrido una graciosa confusión entre Francis y Sergio, los gemelos Suárez del cuadro ´pío pío´.

"Yo le había dado órdenes de marcaje a Roberto en una estrategia y él se despistó. Vino dando gritos alarmado. ¡Que hay dos iguales, míster! ¿Quién es el mío?, me dijo. ´¡Pues mírale el número, joder!´, le contesté. Luego me tuve que reír bastante en el banquillo», comentó a 'Málaga Hoy'

Han pasado diez temporadas

Aquel encuentro del 9 de marzo de 2008 terminó con un 1-2 favorable de los de Muñiz, quien desde entonces no ha vuelto a cruzarse con el conjunto canario en competición oficial. Fue su primera y hasta ahora única victoria en Las Palmas, camino del ascenso a Primera con los costasoleños.

Los anteriores pasos del asturiano por Gran Canaria, tanto como jugador (2) como de entrenador (1) habían terminado en derrota. De corto, en un total de cuatro enfrentamientos, nunca había sido capaz de derrotar a los insulares.