No ha hecho más que llegar, como aquel que dice, y en Orriols ya trabajan para que no se vaya. En dos partidos, Enes Ünal ha entrado por el ojo a los aficionados y ha ratificado la apuesta que hicieron los granotas por su incorporación. Esta fue de aquella manera, de urgencia y como temporero (por la lesión de Nano), y en el club se encuentran ahora en la obligación de intentar prolongarla. El Villarreal tiene la potestad y hasta la intención de repescar inicialmente al turco en enero.

En esta particular ‘operación refichaje’, al primero al que hay que convencer es al propio futbolista. Sus primeros meses en LaLiga no fueron fáciles por sus problemas de adaptación; en el Levante, a pesar de la timidez innata de Enes, están intentando combatirlos a base de cercanía.

El objetivo es que el delantero se sienta a gusto; y aunque no es de muchas palabras, en el vestuario no han dudado en recibirle con los brazos abiertos. Le cuesta mucho manejarse con el castellano, pero no en inglés. En este último idioma se relaciona principalmente con aquellos que son prácticamente de su quinta y también recién llegados: Boateng y el canterano Shaq.

Las atenciones técnicas y muestras de cariño públicas de Muñiz, alabando sus cualidades personales y futbolísticas, pueden ayudar a tocar la fibra de Ünal. Para el otomano es importante la confianza y continuidad de la que ha empezado a gozar como granota, después de haber quedado relegado a un papel residual en el Villarreal.

A sus 20 años, tanto él como sus agentes tienen claro que necesita minutos para desarrollar todo su potencial y ganarse peso en su selección. A día de hoy es suplente de la absoluta de Turquía, que una vez eliminada del Mundial de Rusia está predestinada a fomentar un cambio de ciclo con vistas al inicio de la fase de clasificación para la Euro 2020.

Contactos inminentes

El Levante aún no ha retomado formalmente los contactos con el submarino, propietario de sus derechos. Lo hará en un futuro próximo, con tal de dar la vuelta a la tortilla y poder conservar al punta hasta final de temporada. Esas gestiones podrían correr personalmente por cuenta de Quico Catalán y el consejero Miguel Ángel Ruiz. Ellos fueron quienes a finales de octubre aprovecharon su excelente sintonía con el Villarreal para cerrar la cesión fuera del periodo de mercado habitual.

De la situación en que se encuentren los amarillos a la apertura del mercado invernal dependerá, en buena medida, su decisión final. Una lesión de gravedad de alguno de sus tres delanteros (Bacca, Bakambu o Sansone) supondría el regreso casi automático de Ünal. Una oferta irrechazable por alguno de ellos, también. Si los de Calleja continúan vivos en Europa League (tienen la clasificación encarrilada) y Copa (donde deberán remontar el 1-0 de Ponferrada), sus necesidades serían igualmente mayores que si se quedan solo con dos competiciones o apenas con LaLiga.

Otro delantero sí o sí

Las negociaciones para la continuidad de Ünal no influyen para nada en la búsqueda de otro delantero en el mercado. En enero, Tito y Carmelo del Pozo esperan firmar a otro atacante esté o no el turco; la marcha de este lo que sí que haría es obligarles mucho más a acertar el tiro. La grave lesión de Alegría, quien ya no volverá a jugar con el Levante, deja una ficha libre que los granotas quieren destinar a otro punta.

El pobre rendimiento mostrado hasta ahora por Boateng y Nano, y las lógicas dudas sobre el nivel competitivo que podrá ofrecer a corto plazo Roger (una vez recuperado de su operación de rodilla) invitan a los granotas a no fiarlo todo al futuro del que es su ‘9’ titular desde hace dos jornadas.