No sólo de delanteros se alimenta el mercado de fichajes. Al tiempo que gestiona los posibles fichajes de Guidetti o Doumbia, ambos prácticamente imposibles por cuestiones económicas, el Levante está apretando el acelerador para reforzar la defensa con el famoso central de jerarquía pendiente. Y es que la buena actuación de Cabaco, titular por primera vez en LaLiga contra el Leganés, no ha hecho variar un ápice los planes de la dirección deportiva, el cuerpo técnico y el club.

Sin tirar la casa por la ventana, el dinero que hay disponible para reforzarse y que pese al secreto que se mantiene desde Orriols al respecto ronda los tres millones de euros brutos, se quiere destinar a refuerzos de primer nivel. Son, al menos, las primeras opciones de la lista. Y a partir de ahí ya se verá si hay o no que bajar el listón.

Entre los candidatos de esa lista de prioridades hay un nombre que en estos momentos destaca sobre los demás y por el que el Levante ha iniciado gestiones: Lisandro López. El central del Benfica, ex entre otros del Getafe, de 28 años y con pasaporte español, cumple a la perfección con el perfil que se está buscando y quiere cambiar de aires en busca de minutos.

El problema vuelve a ser el precio. La fórmula para que llegue en enero sería la cesión con una opción de compra, obligatoria o no, aunque el argentino no es precisamente un jugador por el que no vaya a haber competencia. Está en la órbita, entre otros, de Boca Juniors. Una de las bazas del Levante para convencerlo es que tendría minutos en una gran Liga, lo que revalorizaría sus opciones de cara al Mundial de Rusia.

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