Un suplente en las últimas semanas, pero sin esa etiqueta para el entrenador. La confianza en Toño es máxima. En el cuerpo técnico son conscientes del potencial de un futbolista que ha jugado doce partidos enteros este curso. En Segunda, la temporada pasada, fue un indiscutible para Juan Ramón López Muñiz, quien sin embargo en el inicio solo apostó por él dos veces como titular en las diez primeras jornadas. Ante el Mirandés, en aquel 0-3, Toño empezó como suplente pero una lesión de Abraham Minero le abrió las puertas de la titularidad, y sobre todo, le dejó el puesto a un jugador que ya no lo soltó hasta final de una campaña que acabó en ascenso.

El verano de 2017 llegó para Toño y para un Levante que comenzó con la confección de la plantilla que debía lograr la permanencia. La misión era clara: mantener a los pesos pesados. Entre ellos estaba Toño, quien recibió una oferta procedente de la Real Sociedad en aquel efecto dominó que inició Yuri Berchiche con su marcha al Paris Saint Germain, comandado por Unai Emery.

Toño se quedó finalmente en el Ciutat de Valencia pero la llegada de Antonio Luna le dio un toque de atención: no podía relajarse „y no lo hizo„. El lateral tenía que medirse a uno de los mejores en su posición en la 2016/17 y le ganó la batalla. Se quedó con la titularidad y en las siete primeras jornadas completó, sin descanso, todos los minutos del Levante. Las dos derrotas ante Betis y Alavés cambiaron sin embargo el contexto del lateral, que perdió su lugar ante el Espanyol en el RCDE Stadium. Los duelos ante Girona y Eibar también tuvieron al lateral andaluz como el capitán de la banda, en unas jornadas en las que los de Muñiz no conocieron la derrota.

De nuevo tocaba remar. Como ya lo hizo en LaLiga 1|2|3 en aquel inicio en el que Abraham Minero le había superado. Esos tres partidos no dejaron sin respuesta a un Toño que luchó por volver a tener la oportunidad de ser el elegido. Luna no lo puso fácil.

La pelea entre ambos tuvo su siguiente cita en el Ciutat. El rival: el Girona de Pablo Machín. En esta ocasión Muñiz apostó por Toño, quien recuperó la titularidad en los próximos cinco partidos. En total, 450 minutos consecutivos en LaLiga Santander con una victoria, tres derrotas y un empate. Esa pequeña mala racha, sobre todo tras el drama ante el Atlético de Madrid y la caída, inmerecida, ante el Athletic, volvió a provocar un cambio de rumbo en el lateral izquierdo. Luna, en el Pizjuán, fue de nuevo el elegido del técnico asturiano.

A pesar de las últimas dos suplencias aparece una realidad en el futuro más próximo. Toño, con contrato hasta junio de 2019, no bajará los brazos y peleará ante Luna, quien ha seguido una línea idéntica, la del trabajo para intentar convencer a Muñiz. Ambos han demostrado que el lateral está en sus botas y el propio Levante es el gran beneficiado entre la pelea del valenciano y el andaluz.

La situación de Antonio Luna

El lateral sevillano fue uno de los grandes refuerzos del Levante el pasado verano. Titular indiscutible en el Eibar, a gran nivel en Ipurua y con ofertas de otros clubes importantes. Incluso después de llegar al Ciutat gratis, las oficinas del conjunto granota recibieron una oferta mayúscula, concretamente de 3 millones de euros, por hacerse con el andaluz. Finalmente, la entidad entendió que no era suficiente y Luna seguirá cuatro años como azulgrana.