El fichaje de ese «buen delantero en el que gastarlo todo», del que hablaba Muñiz el miércoles, empieza a coger forma. El Levante está haciendo camino desde hace días con un objetivo concreto. Un goleador contrastado, y con experiencia en LaLiga Santander como atractivo añadido. Una opción que no encabezaba inicialmente la lista de prioridades en el mercado, y que ni siquiera es la más sencilla, pero sí que genera consenso e ilusión entre todas las partes implicadas.

El problema es que el tiempo vuela y que las necesidades son evidentes a ojos del resto de clubes. El nerviosismo y la sensación generalizada de que hay que acertar como sea el tiro, con Nano y Boateng en este momento como delanteros, conllevan riesgos: el error en la elección por precipitación o el pago de sobreprecio. Este último sería un mal menor si el fichaje del ‘9’ permitiese amarrar la permanencia y los 45 millones por TV que esta supondría cara al próximo curso.

La mayor parte de las opciones de cesión que existían se han ido de precio (por la aparición de competidores con más dinero) o directamente se han esfumado. En este último cajón habría que meter por ejemplo la de Guidetti, cuyo préstamo debe anunciar el AlavésGuidetti. El mercado, por tanto, ha ido derivando a los granotas casi ineludiblemente a un traspaso. Lo que hace falta, más que al jugador en cuestión, es convencer al propietario de sus derechos que acepte desprenderse de este en los parámetros económicos de los de Orriols.

La apuesta está clara aunque no es excluyente. La dirección deportiva trabaja paralelamente en varios planes B, de mayor o menor empaque y dificultad, por si las negociaciones no avanzan o directamente se rompen. En el Levante asumieron ya hace tiempo que el delantero no llegaría a principios de mes, pero del mismo modo son conscientes de los perniciosos efectos que podría tener apurar hasta el plazo hasta el final para intentar cazar una presa mayor. Lo que pasó en verano (cuando hubo que rescatar la ‘opción Nano’ tras escaparse Adrián Ramos, Lucas Pérez y Mayoral), y el apretado calendario de enero invitan a no dormirse.

Los técnicos pusieron el foco en el resto de campeonatos cuando vieron que los recursos que ofrecía LaLiga Santander, ya de por sí escasos, se agotaban. Aún así, tanto Tito como Carmelo del Pozo no quitan el ojo a posibles oportunidades que se puedan presentar en España. Sucedió recientemente con el frances Loïc Remy, por cuyas condiciones se preguntó nada más conocer que Paco Jémez no iba a contar con él a su llegada a la UD Las Palmas.

A la par que siguen llegando ofrecimientos casi a diario, el Levante ha ido sondeado las condiciones de distintos puntas en algunas de las principales ligas europeas. Pasó con Doumbia, cuya ficha (añadida al coste del traspaso a abonar a Sporting de Portugar) echó para atrás la posible operación. La Serie A y la Premier son otros caladeros a los que se han asomado los azulgranas de cara al mercado invernal.