Con Arouna Koné cocinándose a fuego lento, el Levante UD ha intensificado en las últimas horas las gestiones para el fichaje de Loic Rémy. Después de la reunión en Madrid del pasado martes por la noche, los granotas mantuvieron el pie sobre el acelerador durante la jornada del miércoles, especialmente de cara a la noche, y la contratación del francés podría fructificar incluso en las próximas horas. Entre clubes, pese a las reticencias del Las Palmas por reforzar a un rival directo, el acuerdo es prácticamente un hecho. Ahora falta la parte del jugador, con el que quedan por limar los flecos de su contrato.

La oferta del Levante por Rémy, muy superior a la del Trabszonpor turco, es la mejor que el Las Palmas tiene sobre la mesa. Así lo ha entendido el club pío pío, que cuando la rechazó en primera instancia lo hizo con la boca pequeña. El principal problema para ellos en todo momento es cómo justificar deportivamente la salida de su actual máximo goleador a un rival en la lucha por la permanencia.

El fichaje, si finalmente se cierra y tal y como viene publicando SUPER, le supondrá al Levante una inversión de un kilo en la cesión más 800.000 euros de la parte pendiente de su ficha, amén de una opción de compra obligatoria de 1,5 millones en caso de permanencia. Para Rémy, de 31 años, también se trata de la mejor salida posible, ya que prefiere no volverse a marchar al extranjero.

Los intentos por reintegrarlo a la disciplina del equipo tras ser apartado por Paco Jémez han sido en balde. Precisamente la sorprendente decisión de Jémez de prescindir de su mejor goleador puso en alerta de manera inmediata al Levante. En concreto a su secretario técnico, Carmelo del Pozo, que enseguida se interesó por su situación.

La otra opción pendiente es la de Rubén Castro. El delantero, habilitado legalmente para cambiar de aires, ve con buenos ojos la propuesta de temporada y media fija que le hace el Levante. Sin embargo, el Betis se resiste. Este miércoles, según desvela ABC Sevilla, se produjo una reunión entre jugador y club en la que Rubén habría obtenido un compromiso para revisar su situación contractual más adelante. El resquicio al que se agarran en Orriols es su deseo de que el Betis convierta en fija la próxima temporada que según su contrato es opcional de acuerdo a una serie de requisitos deportivos.