«Mas que la nevera, se merece el congelador», se lamentaba Miguel Ángel Ruiz ante el delegado arbitral, Gaizka Gámez, nada más acabar el encuentro. El consejero del Levante reclamaba en caliente y en la zona de vestuarios que los errores de Medié Jiménez no quedaran impunes, sin ni tan siquiera ser consciente del último y quizá más surrealista de todos.

En directo, en el fragor de las protestas, había quedado en un segundo plano que Antonio Luna, no Róber Pier, hubiera visto la amarilla durante las protestas de los jugadores granotas por el penalti. La explicación, por así decirlo, estaba en el acta. En esta, el trencilla catalán atribuiría la supuesta entrada punible sobre Zaza al lateral izquierdo y no al central, verdadero implicado en la acción.

En el apartado de amonestaciones, Medié justificó así la tarjeta mostrada. «En el minuto 87 el jugador (22) Luna Rodriguez, Antonio Manuel fue amonestado por el siguiente motivo: Derribar a un contrario en la disputa del balón de forma temeraria». Lo que había pasado había sido que Róber y Zaza habían chocado después de que el italiano se adentrara en el área con el balón controlado y el gallego apareciera al corte y despejara el balón con la zurda en última instancia.

La redacción del acta expuso que debería haber sido al central el amonestado antes del lanzamiento de penalti de Parejo y, por tanto, expulsado de acuerdo con el criterio arbitral. Róber había visto la primera amarilla del derbi a los 12 minutos por «derribar a un contrario en la disputa del balón cortando un ataque prometedor». En ese caso concreto, de Santi Mina.

Postigo y Bardhi fueron los otros dos jugadores amonestados por el catalán. Este les mostró las dos amarillas al unísono, aunque por acciones diferentes que habían sucedido antes de que el balón saliera del terreno de juego. Vietto, Mina y Gayà acabaron el Derbi con cartulina entre los valencianistas. Lo más positivo del fallo del fallo de Medié es que ningún protagonista del choque se perderá la próxima jornada por razones disciplinarias.

El árbitro, debutante en la categoría, se estrenó de la peor manera posible en el Derbi y en LaLiga Santander con el Levante de por medio. Había dirigido la primera derrota del Valencia este curso, en el Coliseum; y dos triunfos sonados de los granotas en LaLiga 1|2|3.