En su bautismo como técnico del Levante UD, Paco López ha sido ungido en agua y en aquello que tanto reclamaba su antecesor en el banquillo, Juan Ramón López Muñiz: "una pizca de suerte". Esta ha sido determinante para ganar el partido ante el Getafe CF contra todo pronóstico y, justo es decirlo, sin merecimiento. Los locales han tenido más y mejores ocasiones, de sobra como para haber desequilibrado previamente el partido, pero los granotas han resistido (por momentos afortunadamente, en todos los sentidos) y a falta de 10 minutos han asentado el gol(pe) mortal.

[Así está la clasificación]

Ha coincidido el estreno del de Silla en LaLiga Santander con el final de la peor racha granota en la misma: 15 jornadas y casi cuatro meses sin ganar. La victoria se ha celebrado con rabia y alivio a partes iguales. El único gol de la tarde, lluviosa, lo ha marcado de cabeza Coke. A la salida de córner y libre de marca, como en el Derbi de Mestalla. Pero esta vez sin que el árbitro de turno, Trujillo Suárez, lo invalidase injustamente. El vallecano había sido uno de los cinco cambios introducidos de inicio por el técnico, más un sexto que se ha quedado por el camino: Chema no ha jugado finalmente por molestias en el calentamiento.

A balón parado, el Levante ha sufrido menos en defensa y, sobre todo, ha lucido en ataque. No todas las acciones de estrategia han generado peligro, pero sí que todo el peligro ha llegado en la estrategia. El 0-1 se ha producido cuando los granotas todavía lamentaban el remate al primer palo de Róber Pier, que solo el larguero y un bote caprichoso (cuando Coke se aprestaba a remachar a bocajarro) han evitado que se convirtiera en gol. En la primera parte, en una acción similar, Cabaco había reclamado que Amath le había impedido anotar después de un balón prolongado.

Para la estadística queda también que el Levante ha quedado imbatido por primera vez en 2018. En eso han tenido más que ver Ángel y Jorge Molina, con su desatino, que los propios granotas. No han faltado las pérdidas de balón, las malas transiciones, los errores de concentración y hasta las paradas salvadoras de costumbre de Oier, sobre todo a remates del alcoyano. Sí el acierto de los delanteros rivales en alguna acción: Molina ha estrellado un disparo al palo al inicio del duelo y el canario ha desperdiciado hasta tres remates francos a lo largo de este. El más claro, de cabeza, en el minuto 56, a la contra y a puerta vacía.

El colchón con el descenso

La victoria no tapona todas las vías de agua de golpe y porrazo. Lo que permite es que Paco López pueda asentar su ideario y trabajar con tranquilidad. Después de la tempestad, por fin, llegan días de calma para los granotas. Los tres puntos alejan a cinco al Deportivo (más golaveraje general) y a cuatro a La UD Las Palmas. Los canarios tienen pendiente el duelo de este domingo ante el Villarreal.