La renovación de Jefferson Lerma hasta 2022 debería estar cerrada y hasta anunciada oficialmente desde el pasado enero. Al menos ése era el objetivo del Levante, que lo tenía todo prácticamente ya encarrilado con el jugador y su agente desde finales de 2017. Sin embargo, a punto de cumplirse el primer trimestre del año y con el Mundial a la vuelta de la esquina, sin duda un hándicap para los intereses del club granota, el acuerdo sigue sin luz verde. Que la ampliación y mejora del contrato del colombiano no se haya llevado a cabo es una consecuencia directa de la incertidumbre por la mala racha de resultados a la que ahora se ha puesto fin con el cambio de técnico.

Tanto para el Levante como para el propio Lerma, que tiene dos temporadas más en vigor con una cláusula de rescisión de 30 millones, lo primero es la permanencia, aunque el tiempo corre ahora mismo a favor del futbolista colombiano, que difícilmente aguantaría un segundo descenso en tres años. Hoy por hoy es, con diferencia, el futbolista más cotizado de la plantilla.

«Estoy convencido de que Lerma costará más de 30 millones», declaró en su día Quico, quien en varias ocasiones ha asegurado que el cafetero terminará siendo el traspaso «más caro» de la historia del Levante. Su renovación ahora, sin embargo, más allá del aumento de la cláusula aparejada a su nueva nómina, tiene más que ver con la voluntad de convertirlo en uno de los buques insignia del proyecto de Primera. La predisposición y la sintonía entre las partes es mutua para ampliar su contrato dos campañas más de las que tiene firmadas y que su precio prácticamente se duplique hasta los 50 millones, acorde a un nuevo escalón con el que se convertiría en el mejor pagado de la plantilla.

Aunque todavía no es definitivo, Jefferson Lerma tiene todos los números para ser mundialista en Rusia con Colombia, como así ha quedado claro con su inclusión para los próximos amistosos contra Francia y Australia en París y en Londres. «Si el Levante quisiera renovarme para toda la vida, lo aceptaría», dijo Lerma meses atrás en las tripas del Sánchez Pizjuán en un momento en el que, tras recuperarse de una de sus lesiones, las conversaciones para su blindaje estaban en un punto álgido. «Mi agente y el club están hablando y todo va por buen camino, creo que será pronto», dijo. «Estoy muy agradecido y lo de menos es saber cuándo vamos a cerrarlo. Me quedan dos años más, tengo contrato hasta 2020 y no hay preocupaciones. De mi parte diría que sí, en estos momentos ya se han sentado y todo marcha muy bien».

Con muy buenos informes

Aunque no es uno de los futbolistas que el seleccionador, José Pekerman, más directamente conoce, lo cierto es que los informes que tiene el argentino del granota son claramente positivos: «Lerma es un jugador que nos había impresionado en los entrenamientos, por eso intentamos darle posibilidad y en un lugar (debutó como lateral derecho ante China) donde pensamos que siempre puede aportar cosas a futuro. Con confianza y adaptación sin duda que puede llegar a ser importante para integrarnos y tener más jugadores con posibilidades de cara al Mundial», señaló el técnico.

Clave con Muñiz y también ahora con Paco López, para el que es un fijo en el doble pivote, este final de temporada va a ser clave de cara a las posibilidades tanto de que su renovación acabe llevándose a cabo como de que tenga sus minutos con Colombia en el torneo mundialista.