19 partidos disputados y 1710 minutos después, Oier Olazabal se reencuentra con la UD Las Palmas. Frente a ese equipo, Juan Ramón López Muñiz le dio la titularidad en la meta granota de manera sorprendente y motivada por una decisión técnica, basada en su mejor juego de pies. Desde ese momento relegó a Raúl Fernández —hasta su lesión— al banquillo y propició la salida de un Mitch Langerak sin apenas oportunidades y que convirtió su efímero paso en una buena plusvalía económica.

Oier tal y como explicaba en una entrevista a mediados de diciembre en SUPER no se planteó en ningún momento salir en el pasado mercado de enero, pese a las pocas oportunidades del primer tramo de Liga al encontrarse «cómodo y bien considerado» en el Levante. Tras unos pocos partidos como titular en su etapa en Los Cármenes con el Granada, Oier se ha ganado por derecho propio la titularidad. En estos 19 encuentros, la dinámica negativa del equipo hasta la llegada de Paco López no ha afectado al rendimiento del meta vasco. Sobrio y seguro fue el mejor jugador del Levante en tres de esos 19 partidos.

En Sevilla sus paradas fueron cruciales para amarrar un punto en una plaza sumamente difícil como el Sánchez Pizjuán. Y es que tan solo dos jornadas antes frente a un rival directo como el Málaga devolvió la confianza de Muñiz de la semana anterior en Gran Canaria con estiradas de mérito, sobre todo en un disparo a bocajarro de Diego González, que Oier repelió demostrando unos grandes reflejos. Por último en el Camp Nou evitó un tanteo de escándalo aportando seguridad en una ya maltrecha zaga.

Las buenas sensaciones que está dejando en su consolidación en Primera División tan solo han dejado un par de errores puntuales. Frente al Valencia y el Real Madrid, de forma consecutiva, pudo hacer mucho más en el primer gol rival. En el derbi se quedó en línea de gol al cabezazo de Santi Mina y contra el Madrid permitió el toque en boca de gol de Sergio Ramos. Más allá de esas acciones solo el día del Espanyol (destitución de Muñiz), Oier perdió su ADN como arquero, demostrando alguna duda en sus decisiones, motivada en parte por lo que había en juego.

Los datos tampoco mienten y demuestran el buen hacer del granota. Oier acumula 67 paradas en total con la tercera media por partido del torneo con (3,4) solo superado por Raúl y Chichizola.