Sí o sí, Borja Mayoral tiene que ser granota la próxima temporada. Así lo piensan y lo creen en Orriols, y está dispuesto a secundarlo el propio delantero. El de Parla está por la labor de jugar en el Levante, convencido de que pocos ecosistemas mejores va a encontrar la próxima temporada para explotar y mostrar que es un '9' llamado a marcar época en el fútbol español. El problema, más incluso que el resto de clubes interesados en sus servicios (muchos de LaLiga Santander y algunos del exterior), es que Julen Lopetegui no está especialmente por la labor de dejarle ir.

Una de las primeras tareas del exseleccionador, flamante entrenador del Real Madrid, ha sido comunicarle a Borja que le gustaría tenerle en plantilla. Sabe de su potencial y le considera útil en la competencia con Benzemá, Cristiano e incluso el punta de turno del que Florentino Pérez se pueda encaprichar en el Mundial. En esa misma tesitura está Raúl de Tomás, recién renovado hasta 2023, con la diferencia de que este último todavía no ha tocado el primer equipo (solo 14 minutos en un partido de Copa en 2014) y sería más proclive que Mayoral a asumir un rol secundario.

Mayoral quiere minutos

Después de un año completo a las órdenes de Zidane, el internacional sub-21 considera que ha llegado el momento de bajar un peldaño par ganar en protagonismo. Y ahí es donde se han hecho fuertes Quico, Tito y Paco López. El primero, con las gestiones realizadas con el Madrid. El segundo, con la reunión que mantuvo a principios de mes con su técnico. El técnico, por su apuesta por dos delanteros. A Borja le faltaron también minutos un año antes, en su cesión al Wolfsburgo: un total de 426, con solo cuatro titularidades y dos goles.

El esquema de Lopetegui (4-1-4-1 o 4-3-3, en cualquier caso con un solo delantero) invita a Mayoral a hacer un paréntesis en su periplo en la entidad merengue, con la que tiene tres años más de contrato. El jugador de Parla no duda en que a medio y largo plazo puede triunfar en el Santiago Bernabéu; tampoco lo hacen Florentino y compañía, quienes no quieren darle más carrete del estrictamente necesario. Consultados al respecto por el presidente del Levante, la respuesta ha sido tajante: no se vende, ni siquiera con opción de recompra.

Una generación cotizada

Quico estaba dispuesto a hacer saltar por los aires el tope histórico del club para hacerse en propiedad con el internacional sub-21. Las cantidades en las que se hubiera movido ese traspaso, en cualquier caso, son muy menores para el tricampeón de la Champions League. Más estando de por medio uno de los futbolistas españoles más prometedores de una generación, la actual sub-21, ya de por si atractiva a nivel económico y deportivo.

Salvo que el Real Madrid cambie de opinión en las próximas semanas, algo improbable, solo queda esperar a que prevalezca el deseo de Borja de buscarse la vida el próximo curso vía cesión. Con vistas a ese escenario, el Levante igualmente se ha posicionado ya formalmente tanto ante Florentino como el jugador. A este le ha presentado una oferta salarial 'top' para la plantilla granota, al nivel de los mejor pagados: Lerma, Morales y, cuando cuaje su incorporación definitiva, Coke. El Alavés es otro de los equipo que anda detrás del internacional sub-21, como el Betis.