Los peores fantasmas del pasado verano, cuando Roger Martí se lesionó de gravedad en la pretemporada, han reaparecido en La Manga en el primer amistoso de la pretemporada 18/19 del Levante. Esta vez no ha sido el de Torrent, pero sí otro delantero como Emmmanuel Boateng, su compañero en el ataque, el que ha dado el susto. El ghanés, que minutos antes había igualado el partido con un buen gol resuelto cara a cara con el portero del Bournemouth, se ha echado la mano a la rodilla izquierda y las alarmas se han encendido.

Las asistencias médicas han pedido el cambio de inmediato. Por suerte todo ha quedado ahí. La primera exploración ha descartado un problema de gravedad. Ha sido tan sólo un mal gesto. Pero con los antecedentes de hace un año no tenía ningún sentido correr el riesgo. Los delanteros tienen que tocar madera.

El percance de Boateng y la efectividad precisamente del ghanés y del propio Roger, a la postre autor de un doblete, han sido lo más destacado de la puesta de largo del Levante de Paco López. Un equipo en el que a falta de caras nuevas el técnico ha repartido minutos.