El Levante terminó entero, tuvo la capacidad para sobrevivir en un Derbi en el que los granotas cerraron el choque con un jugador menos, por la expulsión de Coke, y en el que las áreas marcaron la diferencia. El punto deja un saber muy distinto en las dos casas. El equipo de Marcelino regaló dos goles y mostró -de nuevo- su versión más tibia en defensa. Tampoco tuvo pegada. Todo lo contrario que los locales, que golpearon duro con Roger y castigaron los errores de los blanquinegros en la primera parte. Mereció más el Valencia, que empujó sin la claridad necesaria. Sin acierto. Gameiro no estuvo fino en la ejecución. Los refuerzos, pensados para hacer la diferencia en ataque siguen sin mostrar esa contundencia. Punto importante para el bloque de Paco López. Efecto frío para los de Marcelino, que siguen sin ganar. Por el momento, no intimida en área rival y tampoco en área propia. Tres partidos y una media de dos goles encajados por partido, demasiado para un grupo que aspira a consolidarse en zona Champions.
La primera parte estuvo marcada por el acierto levantinista. Todo fue merecido. Roger conquistó el papel que se le supone a Kevin Gameiro. El francés, con 1-1 en el marcador no acertó a encontrar portería tras una buena jugada entre Gayà y Cheryshev. Si Roger sale reforzado, Gameiro va a tener que empezar a sumar goles de inmediato. La sombra de Simone Zaza se proyecta sobre el delantero, que debe ofrecer mucho más. Marcelino insistió durante la semana en la importancia de no cometer errores y controlar las pérdidas. El Levante subrayó la carencia. Morales se encargó de convertir un error de Parejo en la entrega en una pifia descomunal. El atacante arrancó y dejó a tres valencianistas por el camino, llevó el balón al área, Boateng disparó mordido, Neto no estuvo fino en el despeje y Roger apareció en la zona donde los caza goles marcan la diferencia. El Valencia reaccionó rápido y eso le permitió entrar en el partido de inmediato. Un buen centro de Carlos Soler al área terminó en gol de Denis Cheryshev. El ruso hizo su jugada. atacó la espalda de Coke, que no pudo revolverse ante la llegada del extremo, que remató limpio a la red tras un gran cabezazo.
Con empate a uno el Valencia encadenó un par de fogonazos, que no llegaron a nada. Con la sensación de que el equipo de Marcelino podía empezar a crecer, llegó el 2-1. Bardhi lanzó a Roger el velocidad. El delantero mostró su versión más concreta. Control y disparo cruzado. Suave, lejos de las posibilidades de Neto. Un balón largo fue suciente para hacer temblar a la dupla Gabriel-Dikhaby. El francés necesita un compeñero que le organice en paso y el brasileño se pierde con frecuencia en el ímpetu. Con peores sensaciones fue juego, el Valencia enfiló los vestuarios zarandeado por las carreras de Morales y Boateng pudo más en el duelo que Diakhaby. Fue una advertencia. El paso por vestuario no cambió nada.
Segunda mitad de acción sin premio
El segundo acto arrancó con el cambio de Róber Pier por Sergio Postigo. Jugador por jugador con la misma idea. Soler, que asistió en el primer gol del Valencia, volvió a aparecer para sacar un penalti. El centrocampista controló un balón en el área, Toño quiso arrinconarlo y tuvo la mala fortuna de pisarlo. Penalti. Parejo no falló y llegó el empate. El Valencia se desató definitivamente. Gameiro lo hizo todo., tarde y mal. No estuvo fino en el uno contra uno y ahogó tres llegadas consecutivas del Valencia. En una de ellas, estrelló el balón en el palo. Oier exhibió reflejos y consiguió que la definición a quemarropa se estrellase en el palo.