Clavado como una estaca en cuatro puntos desde hace tres jornadas, el Levante se despidió en Valladolid del pedestal en el que ha estado desde la llegada de SuperLópez. Un sueño del que se despertó anoche tras su tercera derrota seguida, una de esas rachas que no hace tanto se contaban por victorias. La confianza del equipo ha saltado definitivamente por los aires a base de malos resultados, y como consecuencia de ello también el juego y un sello propio al que no se ha renunciado pero que ha dejado de ponerse en práctica. Un bache, sin duda. Y gordo.

El Levante se plantó en Zorrilla con la lección del Sevilla en la mente y dispuesto a ser un equipo antes equilibrado que vertical, con las líneas juntas y un peón como Vukcevic de ancla. Sin embargo, el fichaje más caro de la historia, titular por primera vez, acabó siendo una de las peores noticias con pérdidas en la entrega en posiciones retrasadas y una expulsión totalmente evitable cuando ya llevaba amarilla y quedaba toda la segunda mitad por delante. No funcionó tampoco Mayoral ni ninguno de los fichajes, un lastre que de nuevo, igual que hace un año, está impidiendo el despegue. Tampoco espabilaron, empezando por Campaña, ninguno de los jugadores en los que Paco renovó su confianza. Un cóctel que tuvo como resultado un partido pobre, sin excusas y con otra mala gestión defensiva, en especial tras desperdiciarse la diana de Postigo

Sin vendaval de inicio, y con la moral cogida con pinzas, la apuesta se volvió bastante más contenida, lo que no quitó para que Oier pasase de villano a héroe tras un primer tiempo a merced del Valladolid y de la falta de puntería de Ünal. El equipo, sin renunciar a nada con la alineación, jugó esta vez a gestionar el partido, todo sea dicho sin noticias en los alrededores de Masip hasta que al filo de la media hora Morales irrumpió con una galopada marca de la casa en la que se infló de balón hasta disparar cuando tenía a Roger pidiéndosela. A falta de revolución, ni siquiera las rotaciones cambiaron la fisionomía del once titular.

Con apenas el 30 por ciento de la posesión, el Levante no cedió metros, pero sí el balón. El que más lo tocó fue Oier y uno de los que menos Campaña, termómetro de un equipo que con el paso de los minutos se fue precipitando. Las pérdidas en el centro del campo, lunar de las últimos jornadas, también le pasaron factura a Vukcevic. El Valladolid empezó a relamerse con el desorden azulgrana, salvado in extremis gracias el VAR por no mucho.

No fue cruz al final de la primera parte pero sí cara al principio de la segunda con el gol de Postigo en un fallo de marca y al segundo remate dentro del área tras un córner. Sin embargo, sin tiempo para degustarlo, Cop remachó a la red un remate de Ünal que ya entraba; y a partir de ahí el partido se enloqueció un toma y daca en el que Morales la tuvo y pagó el pato Vukcevic por un codazo tras otro descuadre general con el que todo se fue al sumidero. En inferioridad, y con los brazos un caídos, Nacho se sacó un remate pegado al poste con el que la media hora que quedaba de partido se convirtió en otro suplicio del que el Levante no supo cómo salir.

Remontada blanquivioleta

Cuando mejor se las prometía el Levante, que iba empatando de milagro, el Valladolid igualó y el partido se rompió con la roja a Vukcevic. Los granotas no pudieron con la inferioridad y acto seguido vieron como Nacho remontaba con un golazo que terminaría ya siendo definitivo.

Ficha técnica:

2 - Real Valladolid: Masip; Moyano (Leo Suárez, m.81), Kiko Olivas, Calero, Nacho; Toni, Alcaraz, Míchel, Óscar Plano (Antoñito, m.70); Enes Unal y Duje Cop (Borja, m.75).

1 - Levante U.D: Oier; Pedro López (Moses, m.87), Postigo, Chema, Luna; Campaña, Vukcevic, Bardhi, Morales; Roger (Boateng, m.68), y Mayoral (Jason, m.73).

Goles: 0-1, m.47: Postigo. 1-1, m.50: Cop. 2-1, m.56: Nacho.

Árbitro: Medié Jiménez (Comité catalán). Mostró cartulina amarilla a Antoñito (m.74), del Real Valladolid, y a Morales (m.22), Vukcevic (m.41 y 54 -tarjeta roja-) y Campaña (m.90), del Levante.

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de la Liga Santander disputado en el estadio José Zorrilla ante 16.440 espectadores.