El Levante puede jugar bien, mal o regular, pero hace siempre lo que toca. Por eso sigue lanzado, pese al mal sabor de que la quinta victoria consecutiva se le escapara en el descuento. La sensación, pongasele el objetivo que se quiera, es que el equipo de Paco López. Ésa fue, al menos, la imagen que dio en La Cerámica. Y es que sin necesidad de hacer un gran partido lo cocinó a su antojo para meterle la cuchara en el instante oportuno, justo en el segundo de los dos contragolpes que tuvo cuando llegó el momento de ir a marcar.

Todo lo bueno que confirmó el Levante, lo hizo también el Villarreal para mal. Los amarillos se marcaron un gol en propia puerta, fallaron un sinfín de oportunidades y siguen sin ganar en casa. Un panorama crudo que suavizó Pedraza empatando en el 93' pero que tampoco despeja las dudas alrededor del equipo en general ni de Calleja en particular. El canterano, que había entrado de refresco, trituró a Jason Salvó así un punto para su equipo y le quitó dos a los granotas, al borde de una victoria que estaban tocando con los dedos.

Con la soga al cuello, Calleja había centrifugado la alineación para que de ella emergiese por primera vez el prometedor Chukwueze. El nigeriano, blindado con 30 millones de cláusula, aportó mucha movilidad y profundidad desde la derecha para fastidio de Toño. Bien secundado a sus espaldas por Miguelón, otra de las novedades, en sus botas estuvieron las mejores ocasiones. El propósito de enmienda con los cambios, sin embargo, dio para 40 minutos escasos de tregua. La parroquia tiene la paciencia más que justa para aguantarse los pitos. Y los pañuelos estaban preparados cuando marcó Pedraza.

Paco López hizo todo lo contrario. No era él quien tenía la necesidad de tocar nada para que el Levante confirmase su traza de equipo hecho, en progresión y con vistas a Europa. A fuego lento, los granotas fueron cocinando el partido poco a poco, jugando con los nervios del Villarreal y llevándoselo a donde más les interesaba. A falta de espacios para que Morales cogiera carrerilla, fue alrededor de Roger donde pivotó el equipo, comandado esta vez más por la verticalidad de Rochina, peligroso para el rival hacia adelante y para su propio equipo hacia atrás, que por la visión esférica de un Campaña que estaba reservándose para lo mejor.

De salida la puesta en escena sobre el césped deparó un arranque igualado aunque siempre con más peligro en el área de Asenjo. Precisamente fue allí donde se hizo un imponente silencio nada más empezar. La culpa la tuvo Bardhi con una falta que, lastrado por las expectativas, estampó contra una barrera que se le echó encima. El macedonio, que a la mínima que podía apuntaba a la escuadra, no volvió a tener otro golpe de franco hasta el último suspiro. De nuevo al muñeco.

Cambio de ritmo

Un cabezazo y una contra a trompicones en la que se resbaló Roger fueron lo más destacado en un primer acto en el que nadie se decidió a hincar el diente. Mientras que los granotas se disolvían en tres cuartos sin perder la compostura, los amarillos empezaban a ser presa de la impaciencia y a tomar como consecuencia de ello malas decisiones. Una tónica que varió tras el descanso con un Villarreal más arrollador y un Levante adormiscado.

El punto de inflexión llegó a la hora, cuando a Gerard se le desparramó un cara a cara con Oier. El balón, como una lagartija, se le escapó de los pies, algo que sería una anécdota si el el exdelantero del Espanyol no hubiese cogido por costumbre lo de estar negado. Gerard no volvió a aparecer, porque Calleja lo quitó a los cuatro minutos. En su lugar, Cazorla le puso la pausa con el balón que les faltaba a los suyos, aunque lo primero que ocurrió con él en el campo fue una contra, en pleno desorden, en la que casi marca el Levante.

Recién incorporado, Mayoral estuvo a punto de besar el santo con un remate que le sacó Asenjo y con cuyo rechace se entretuvo Jason tirando un recorte con el que perdió su ventaja. El canterano del Real Madrid, que se había estrenado en Lugo, se ganó media hora gracias a su primer gol en Lugo. Y su entrada fue mano de santo. En la primera rozó el gol y en la segunda lo consiguió aunque el remate fuera cosa de Funes Mori en propia puerta y no suyo dispuesto como estaba a rebañarlo en el segundo poste. Error forzado por una gran jugada con Campaña y Morales marcando una vez más diferencias. Justo lo que el Villarreal sigue esperando de los suyos.

Ficha técnica:

1 - Villarreal: Asenjo, Llambrich, Álvaro, Funes Mori, Jaume Costa (Sandone, m.81), Trigueros (Pedraza, m.76), Cáseres, Chukwueze, Fornals, Gerard (Cazorla, m.65) y Ekambi.

1 - Levante: Oier, Jason, Róber Pier, Postigo, Chema, Toño, Campaña (Doukure, m.85), Rochina (Prcic, m.72), Bardhi, Morales y Roger (Borja Mayoral, m.60).

Goles: 0-1, m.77: Funes Mori, en propia puerta. 1-1, m.93: Pedraza.

Árbitro: Del Cerro Grande (Colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla a los locales a Jaume Costa, Cáseres y Álvaro, y a los levantinistas Rochina, Bardhi y Jason.

Incidencias: partido de la undécima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio de La Cerámica ante 16.499 espectadores.